Oscar mi mejor amigo
Fecha: 22/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: capata, Fuente: RelatosEróticos
... dijo:
-Sigue por favor.
Yo intenté retirarme, pero la mano de mi amigo apretó con fuerza mi cabeza sobre su polla y finalmente, fuera de mí, me metí su verga en mi boca. Mis labios bajaron el prepucio de Oscar y empecé a lamer su frenillo mientras mi amigo jadeaba y gemía. Al poco rato líquido preseminal emanaba de aquel pollón, que ya en plena erección medía unos 22 cms, succioné sus líquidos como un poseso.
-Para por favor no quiero correrme todavía, dijo Oscar.
Oscar se incorporó con su miembro totalmente empalmado, y se despojó de la camiseta, las bermudas y sus calzoncillos quedando desnudo.
-Desnúdate dijo Oscar.
Me levanté de la cama, me quité la camisa y baje mis pantalones. Oscar se acercó a mí y metiendo sus manos por debajo de mi slip totalmente mojado me sobó el culo, mi polla y mis huevos.
Me sentía en la gloria, mi mejor amigo me estaba acariciando, magreando y metiendo mano, al instante me puse a jadear como un perro.
-Desde que se fue mi mujer no he follado y tengo una calentura tremenda, dijo Oscar.
-Yo no hago más que matarme a pajas, dije yo.
Oscar y yo nos tumbamos en su cama de matrimonio, mi amigo acercó su cara a la mía y me dio un tremendo morreo, su lengua intentaba entrar en mi boca, yo la abrí y nos besamos como posesos. Nuestras lenguas se entrelazaron y su saliva entro en mi boca.
Puse mis manos sobre las nalgas de Oscar, sorprendentemente eran muy suaves, apreté sus cachetes y empujé a mi amigo hacia mí. Oscar ...
... por su parte bajo una de sus manos hasta mis rodillas, empezó a subirla por la cara interna de mi muslo. Finalmente, Oscar levantó mi pierna e introdujo su pierna entre las mías. Nuestras pollas se tocaron por primera vez y creí en ese instante podría llegar a correrme sin tocarme.
Agarrando nuestras nalgas Oscar y yo empezamos a embestirnos como si nos estuviésemos follando a nuestras esposas. Nuestras pollas y huevos chocaban entre sí, los dos gemíamos y jadeábamos como dos perras en celo.
Dejamos de besarnos y la cabeza de Oscar bajo por mi torso lamiendo mis tetillas y mordiendo mis pezones, lo cual hizo, que mis jadeos aún fuesen más intensos.
Oscar llevaba la iniciativa su boca bajó por mi vientre, abrió totalmente mis piernas, me levantó por la cintura y una de sus manos empezó a magrear y apretar mis nalgas. Su lengua empezó lamer mi verga mientras su otra mano masajeaba mis cojones a su total antojo y disposición. Oscar se metió mi polla en su boca y empezó a lamer y succionar con fuerza.
Debo reconocer que ni siquiera mi esposa era capaz de darme el placer que oscar me estaba proporcionando con aquella felación. No pasaría mucho tiempo sin correrme.
De repente, Oscar cesó con sus masajes y mamada.
-Continúa, te lo suplico acerté a decir.
-Déjame hacer dijo mi amigo.
Oscar se tumbó a los pies de la cama, separó mis piernas e introdujo su entrepierna hasta llegar a la mía, hicimos una tijera, agarrándonos nuestras piernas empezamos nuevamente a ...