Fecha: 27/08/2017,
Categorías:
Primera Vez
Autor: correabuela, Fuente: xHamster
Hola a todos, me llamo Fernando, Nando para los amigos. Soy un chico joven, de 28 años, alto, moreno, ojos oscuros, según dicen mis amigas, un latino de buen ver. Y tengo una novia hermosa, se llama Diana, pero la conocemos por Meli.Es bastante más joven que yo, 21 años, también es de pelo, ojos y tez morena, delgadita, pero con hermosos pechos y atractivo culito, en resumen, una preciosa gata salvaje.Pero no todo puede ser perfecto en la vida. A pesar de su lindo aspecto, de su alegría de vivir, de su dinamismo y vitalidad, es frígida…bueno lo era.Llevamos dos años de relación, y sólo hasta ahora no fui capaz de dar con la clave para hacerme dueño de su cuerpo.La conocí en el instituto. Ella terminaba ya sus estudios y a mí me habían contratado para sustituir a un profesor enfermo.Nada más entrar a la clase, entre todos los ojos, entre todas las miradas, la mía se fue directa a la suya. Es muy hermosa.La clase fue perturbadora para mí. A la novedad de enfrentarme por primera vez a ese grupo, se unió la irresistible atracción que Meli ejercía sobre mi ser.Al terminar la clase busqué una excusa para hablar con ella, ventajas de ser profesor. De aquella charla, surgió otra, luego una cita, luego una cena y finalmente una mutua declaración de amor.Hasta aquí todo bien. En las sucesivas citas la confianza fue creciendo, y el contacto carnal también. De las caricias en las manos, pasamos a los besos, y el primer día que cenamos en mi casa nuestras manos comenzaron a explorar el ...
... cuerpo del otro.Pero hasta ahí. Yo había llegado a acariciar sus hermosos pechos, pero siempre bajos sus blusas, nunca lleva brasier.Ella había acariciado mi pecho, pero nunca sobrepasaba ese límite.Cuando yo pretendía ir más allá, ella cortaba tajante.Yo la amo y la respetaba. Me tenía que conformar con sus besos y esas caricias en sus pechos que nunca surtían ningún efecto estimulador en ella. Sus pezones se mantenían retraídos e indiferentes, y como digo, en cuanto mis manos los abandonaba para explorar bajo su pantalón…se acababa la velada.Yo me quedaba triste, y con un calentón de mil demonios, que me obligaba, en cuanto ella marchaba, a entrar en mi web favorita –xhamster.com-, a ver videos lo más guarros posibles y masturbarme frenéticamente.Un día pensé que quizás esos vídeos me ayudaran a romper ese hielo que presidía nuestros contactos sexuales, si es que se les podía llamar así.Así que como por descuido, un día al poner la tele, después de un rato de charla y un par de cervezas, puse uno de esos vídeos.Lo había seleccionado intencionadamente, una mujer y un hombre, morenos, jóvenes, parecidos a nosotros mismos, nos daban una lección de cómo gozar al máximo de nuestros cuerpos.El recorría con su boca el espectacular cuerpo de la joven, acabando con una comida de vulva que era replicada por una excitante mamada de polla, enorme, que le hacía la chica.Luego él introducía esa gigantesca polla en el coño dilatado y húmedo de la joven, hasta llenarlo de un abundante semen ...