Mi mujer y yo casi a la fuerza - Relatos Eróticos

Mi mujer y yo casi a la fuerza

... ,ya estaba dado de sí, así que entró de nuevo fácilmente. Ahora sí me levanté, cogí mi polla y sin más miramientos se la metí en el coño, la cara de Belinda era un poema, resoplaba, gemía, pedía que la follaran, yo notaba el roce de la polla de Rubén por la fina separación entre los 2 agujeros, era excitante y morboso, mis huevos golpeaban a los de Rubén.

NACHO .- hey, esperarme un poquito que yo también estoy a punto, además todavía le queda un agujero sin ocupar.

Se cogió la polla y la acerco a su boca, Belinda comenzó a chuparla como podía, porque la postura era un poco incómoda. Ahora sí que era una orgía de película, quien lo iba a decir, la puritana de mi mujer, que follaba casi por trámite, esa pudorosa hasta conmigo, que hace unos días nunca había dicho follar o polla, ahora parecía una ninfómana follada por 3 pollas a la vez, no tendría nada que envidiar a una actriz porno.

Nacho hizo un gesto para parar, nos levantamos y abrimos el sofá cama para estar más cómodos.

Ahora Nacho se pondría debajo, Belinda se puso encima y se metió su polla en el coño y Rubén me dijo:

RUBEN .- muy bien tío, te has portado, seguro que desear darle por culo a tu mujer, pues bien, es todo tuyo ahora.

No me lo podía creer, siempre había querido probar ese altar, sería mi culminación con Belinda, aunque no había sido el primero por poco, no me importó, ya que si no hubiera sido de esta manera, no lo habría tenido nunca, ahí estaba abierto para mí, dando bocanadas como ...

... llamándome, aunque ya estaba preparado, me puse un poco de lubricante ya que mi polla era más gorda que la de Rubén, me acerqué a su oído y le dije:

.- Cariño por fin te voy a follar el culo y me voy a correr en el. Te quiero mi amor

BELINDA .- siii mi amor reviéntamelo, follatelo es todo para ti, llena mis entrañas con tu leche, te quiero y siento no haber hecho estos antes contigo, te mereces todoooo, fooolllame

sus palabras eran ordenes para mí, la dije que se echara hacia delante para pegarse al pecho de Nacho, me acerque con la polla en ristre y puse la cabeza en su ya dilatado ano, no me costó mucho meter la punta, pero a medida que fui entrando noté su apretura y calor, hasta que mis huevos toparon con su culo, había entrado toda, ella comenzó a moverse para facilitar la tarea a Nacho, fue difícil coger la cadencia justa pero una vez lo hicimos parecíamos una orquesta bien afinada, perdí la cuenta de los orgasmos que llevaba Belinda, parecía que encadenaba uno tras otro, sentía como apretaba mi polla con las contracciones de su esfínter exprimiéndomela al máximo. Estaba concentrado totalmente cuando me sobresalté con una sensación de frío en mi culo, eran los dedos de Rubén embadurnados con lubricante.

RUBEN .- ehh tío, no pensarías que esto te iba a salir gratis, además mira como disfruta tu mujer, y un culo es un culo, recuerda como te corriste cuando te lo comió ella, pues espérate a probar esto.

Una cosa es lo que me hizo Belinda y otra que me metieran ...