1. Loli, si quieres, chúpamela


    Fecha: 14/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Tahotlo, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nueva compañera de trabajo solo quiere agradarme y hacer bien su trabajo.
    
    Se llama Loli y es preciosa, muy joven; veinte años. Desde su llegada a la panadería, donde solo trabajamos los dos, ha sido una gran ayuda para mí; estando ella me puedo dedicar más al obrador, donde preparo la bollería y horneo los precocinados mientras Loli atiende al público, ¡que tiene su trabajo atenderlo!, —"que si pónmelo más tostado o pónmelo más blanco el pan"—. Loli, desde el primer día, ha sabido meterse al público en el bolsillo, su buen trato con la clientela y mi mayor dedicación al obrador han hecho que suba la venta; nuestro jefe está muy contento. Nuestro jefe solo viene por la panadería a última hora del día para hacer caja; cuando viene el jefe me pregunta que como ha ido todo y que como es la nueva.
    
    Loli viste la camiseta negra del uniforme; el pantalón es a nuestra elección. A Loli le encantan los vaqueros cortos, ¡cortos no!, supe cortos; tan cortos que se le ve la parte inferior del culo. Me excita mucho verle el culito, no sé porque, Loli consigue que mi deseo crezca al momento. Tengo cuarenta y cinco años y tengo que confesar que, tanto su actitud de subordinación a mí, como poder ver sus carnes suaves mientras trabajamos juntos, provocaron en mí un deseo inmenso de penetrarla desde el mismo día que comenzó a trabajar conmigo.
    
    A veces me masturbo en casa pensando en mi joven compañera, cuando lo hago, mi pene se pone tan duro que me cuesta subir y bajar el pellejo, ...
    ... solo recordándola; varias veces me he corrido ya imaginando penetrarla.
    
    Desde mi puesto en el obrador, que está en la parte de atrás de la panadería, veo como Loli atiende al público con su simpatía, mientras a la vez me muestra el culo al agacharse y levantarse. Loli me adora y me admira, tanto que parece más joven aun diciéndome cumplidos como estos:
    
    —Enrique ¿algún día sabré tanto como usted?
    
    —Enrique, como lo hago.
    
    —Enrique, ¿te puedo limpiar el obrador cuando haya poca gente?
    
    Esas cosas... son lo de menos; lo que más me excita de ella es, el cómo me mira desde que le dije a nuestro jefe que la contratara y la hiciera fija, que era la mejor que había tenido. Su mirada es una mirada de sumisión de entrega que no tiene razón de ser, porque ella se merece el puesto sobradamente.
    
    Las últimas semanas viene al trabajo muy bien peinada y perfumada; por las tardes, cuando viene su novio a recogerla, me da dos besos en las mejillas y me dice hasta mañana, me adora; su novio no se molesta porque me bese las mejillas, es un cacho de pan el chaval.
    
    El otro día, a la hora del almuerzo, me dijo Loli:
    
    —Enrique, unas amigas me han regalado dos entradas para ver el concierto del grupo "fulanito" el domingo, y a mi novio no le gusta ese grupo; ¿le gustaría a usted ir conmigo?, pero solo si lo desea y no tiene nada mejor que hacer.
    
    ¡Mi grupo favorito!, y ella lo sabía porque habíamos hablado de música más de una vez. Seguro que las entradas las había comprado ella ...
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