Compartiendo a Brenda, mi esposa
Fecha: 07/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos
... que no me sentía una puta. Me gustaba sentirme así cuando trabajaba y sentía las miradas de los pervertidos sobre mi. Nunca pensé que mi hermano… haaaaa que rico.
—Así me gusta, que hagas ruido, que sepa que la estás pasando bien. Vamos a ver a qué sabe esto-se arrodillo y pude sentir su lengua en mi panochita, parecía que me quería devora y no tarde en tener un orgasmo. Luego se levantó y me beso.
—Mira que sabes delicioso hermanita, ven y prueba a tu hermanito-la arrodille y me baje el pantalón, parecía espantada. Pero su boca no lo estaba. Comenzó a mamar y poco a poco sentía que me venia. Pero logré contenerme.
—¡¿TODO ESTA BIEN AHÍ DENTRO?!
No pude evitarlo y traté de frenar esa locura, ¿en que pensaba? Yo sabia que mi cuñado se moría por Brenda y yo, se la entregué en charola de plata.
—¡Si cuñado, y disculpa que tu mujercita no responda. Es que tiene la boca ocupada!
Me hervía la sangre, pensaba en tumbar la puerta y partirle la madre a ese imbecil. En lugar de eso salí y encendí un cigarro. Aunque no terminaba de entender lo que había echo.
—¡Esggpegga! ¡Nogh caggbee todaaaggggh! -mi garganta me dolía, mi hermano empujaba su venga hasta el fondo y no me daba respiro. Nunca tuve una verga tan grande en mi boca. Y aunque escuchaba la voz de mi marido, no entendía lo que decía.
—Ahora levanta la cara, quiero que me mires mientras me la chupas-seguramente mi cuñado me va a echar a patadas, así que voy a disfrutar hasta el último momento. Nunca ...
... pensé ver los ojos de mi hermana con lágrimas en los ojos, y que mi verga en su garganta fuera la causa me excitaba aún más.
De pronto me vino la idea, si subía a la azotea, podría ver que mierda estaba pasando en esa habitación. Sin dudarlo solté la colilla del cigarro y salí corriendo. Al llegar, me tumbe y me acomode a ver por una rendija y aunque no se veía muy bien, pude ver como mi mujer se colocaba en cuatro sobre la cama. Traía puesto un vestido que no le conocía y que no le quedaba. Sus nalgas se asomaban y la tanga apenas y le cubría. Mi cuñado se agachó hasta tener su lengua en ella. Pensé en gritarle que parara, pero algo curioso pasó. Mi Brenda movió su tanga a un costado para que su hermano pudiera disfrutar por completo de su panochita. Brenda… lo estaba… disfrutando?
—¿Te está gustando? ¿Que tal probar a tu hermano?-podía sentir por completo la cara de mi hermano entre mis nalgas, su aliento en Me provocaba espasmos y su legua me tenía loca de placer.
—Por favor no pares… sigue así! Así! ASÍ!
El hijo de puta solo tenía que poner su semen. Solo eso. Y ahora tenía su puta cabeza hundida en las nalgas de Brenda. Y creo que había olvidado lo buena que está, empinada y con las piernas abiertas se le ve un culo inmenso, redondo, delicioso. Se me está parando la verga.
—Por favor… ya metemela! Ya no aguanto -Tenia años que no sentía un orgasmo, Ramón siempre estaba cansado y cuando teníamos sexo, solo se montaba en mi y terminaba de inmediato. Había ...