1. La tía Lilian (par 2) Primer e irrepetible encuentro de sexo


    Fecha: 01/06/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... nada, recuerdas? Con él tengo… tenemos una relación con encuentros cada tanto, sabes… te conté… las necesidades de sexo… bueno eso es todo, solo sexo sin compromisos, como contigo…
    
    Pero lo que pasó me duele, por cómo te hice doler, y por la forma en que me trataste, con rudeza, con salvaje… energía, tanto que me asustaste, luego eso… el sexo bien brusco, que me hiciste doler mucho, me hiciste llorar, pero me oculté para que no se notara, porque en medio del dolor por la contundencia de lo gordota que la tienes, comenzó a gustarme… Sí, me gustaba, sentirte bien salvaje, bien mi hombre, era esa mezcla de dolor y de placer que mi hombre me hacía sentir en todo mi ser.
    
    No voltees, solo quiero decir… pedirte que… necesito seguir esto, por favor…
    
    Las palabras de Lilian adquirían en ese momento la dimensión de una declaración de amor, a la distancia puedo evaluar la magnitud de lo que había dicho, sus palabras venían a llenar los casilleros vacíos de un puzzle incompleto. La culpa y el pecado por querer dañarla se habían adormecido, el relax del goce culposo trajo luz a las sombras de los celos. El amor acababa de fecundarse.
    
    Siguió acariciándome, me hizo girar, tapó mi boca con la suya, el beso más honesto, más intenso, más procaz me lo dio en ese instante, luego, siempre en silencio, fue desnudándome hacia abajo, dejando en libertad el miembro que hasta un rato nada más había horadado su ano con la intención de hacerle doler, ahora acariciado y besado, excitando para ...
    ... llevarme a la gloria.
    
    - Shhhhh!!!... déjame hacerlo, necesito… hacerlo no puedo irme así. Déjame hacerte sentir mi hombre, porfa!!! Quiero, quiero… que te vengas en mi boca, por favor… déjame…
    
    Comenzó con la maestría de quien sabe cómo y cuánto, a masajear, sacudir, incentivar y todos los adjetivos que se les ocurran. Sin apartar los ojos de mí, comenzó a lamer, succionar, mamar con toda las ganas, alojar la verga y frotarla como me hace tal feliz, entre sus redondosos pechos, frotando y dando lamidas furtivas cuando emerge desde lo profundo del valle de sus senos.
    
    Luego la masturbación intensa, con la cabeza dentro de su boca hasta conseguir el delicioso final feliz, cuando la presión interior hace emerger el magma ígneo de la eyaculación y estalla en su boca, derrama el semen sobre su lengua, hasta la última gota. Abre la boca para exhibir el fruto de su hombre antes de tragárselo. Me arrancó la promesa de que mañana fuera por ella para repetir ese acto salvaje
    
    Me costó dormir esa noche, la mañana siguiente perdido en las imágenes del sexo que tendría esa misma tarde, concentrado y perdido en mis propios pensamientos llegó el llamado de Lilian. – Luis, estoy sola puedes venir… por favor…
    
    El sonido de su voz era la celestial música en mis oídos. Rápido como el viento me llegué a su casa, mis nervios me asustaron un poco, logrando inhibirme pero solo hasta que su boca coronó la mía con esos besos que me comían hasta el alma. Pasa por la cocina y trae un par de ...
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