1. La Madre De Mi Mejor Amigo I-II


    Fecha: 01/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues

    ... las has visto. Por cierto, no me has dicho nada, te deben gustar porque no les quitas ojo. Me encantan, son preciosas. Hace unos años eran un poco más pequeñas pero miraban al cielo, la edad no perdona. A mi me parecen perfectas. Y delante de mi se sacó el vestido por la cabeza, lo primero que vi fueron sus muslos, rotundos, plenos, como dos columnas de mármol, a continuación unas braguitas minúsculas de color rosa suave y cuando acabó de sacarse el vestido, sus tetas al aire. Era verdad que odiaba los sujetadores. La otra explicación es que las mujeres que tienen buenas tetas les gusta lucirlas y no hay mejor manera de lucir tetas que llevándolas libres. A pesar de lo rápido de la maniobra tuve tiempo para fijarme en el mínimo triangulo de tela que cubría su coño y que debido a su tamaño dejaba al aire parte de su vello púbico y marcaba con total definición la raja que ocultaban. Me puse enfermo. No pude evitarlo y le dije: Por favor Amparo date una vuelta que yo te vea, llevas unas braguitas preciosas. ¿Que te pensabas que yo usaba bragas de vieja? Tu tía te ha dado una sorpresa. Y se dio una vuelta delante de mis narices. Las tiritas del tanga eran lo que se llama hilo dental, un hilo finísimo que desaparecía enterrado entre sus nalgas. Que llevara tanga o no daba igual, tenía el culo al aire. Me quedé prendado de aquellos cachetes, de aquellas nalgas gloriosas y cuando se dio la vuelta, de la otra pareja: dos tetas que me parecieron las más apetecibles del mundo. Eres ...
    ... preciosa Amparo. Tu eres un adulador que sabes que a las mujeres nos gusta sentirnos admiradas. ¿Puedo hacerte una pregunta? Me puedes preguntar lo que quieras. ¿Has estado con una mujer? Si te refieres a si me he acostado con alguna la contestación es no. Que rico eres, y que dulce, mi niño es virgen. No será porque no has tenido ocasión. Si, ocasión si he tenido, pero no con la mujer que yo amo. Que tonta si yo estuviera en su lugar no te habrías escapado. Para no dar pistas contesté: Ya, pero tu no estás en su lugar. Tan pronto lo dije me arrepentí de haberlo dicho. Pues estamos empatados, yo llevo mil años sin que un hombre se meta en mi cama. Si sigo así se me va a olvidar. Estoy pasando una edad muy mala. Mientras hablaba estaba boca arriba así que yo tenía la oportunidad de recrearme en sus tetas. Cuanto más las veía, más me gustaban. Amparo no se si como consecuencia de mis miradas se dio la vuelta y se puso boca abajo. De nuevo pude disfrutar del espectáculo del culo de mi acompañante. En esa postura sus carnes se extendían hacia los lados, tanto sus nalgas como sus muslos. Quizás fuera el calor pero por un momento sentí que se me iba la cabeza. Viendo la espalda de Amparo y habiendo oído la conversación que yo había oído sobre el idiota que el preguntó si tenía las tetas operadas tomé una decisión heroica. Cogí el bote de crema bronceadora me arrodille a su lado y le dije: Te voy a dar crema en la espalda. Espera un momento jovencito, me quieres dar crema porque tienes ...
«12...456...20»