1. Noche de pasión en el tren


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... seguía tumbado, empezó a masturbarme y a darme lametazos con su lengua, cada vez estaba más excitado, pero la posición era algo incómoda, entonces me acerqué a su oreja y le dije que si me bajaba a su litera y apagábamos su luz, a él le pareció una buena idea, me bajé, él se desnudó del todo y empezamos a besarnos ya en su litera y tumbados, él encima de mí.
    
    Tenía un cuerpo muy musculoso y unas nalgas cojonudas, no paraba de tocarle todo el cuerpo, y él metía su mano entre nuestros cuerpos y me acariciaba el paquete. Cuando empezábamos a estar más excitados, de pronto el chaval de la litera de enfrente encendió su luz, nos quedamos perplejos y muertos de vergüenza, no dijo nada, sólo nos miraba, sin mediar palabra se destapó y siguiendo tumbado se bajó los calzoncillos, estaba completamente erecto. Rápidamente nos dimos cuenta que quería que siguiésemos, pero que él sólo quería mirar.
    
    La excitación volvió a nuestros cuerpos y yo empecé a meterle un dedo en el culo a mi pareja esporádica, cuando noté que ya estaba bien dilatado le pedí que se pusiera él sobre la cama y que pusiera sus pies en mis hombros, tenía el ojete completamente abierto, comencé a introducir mi polla, pero con lo empalmado que estaba me costaba meterla, poco a poco fue entrando hasta el fondo, me pedía más y más, aguantando nuestros deseos de gritar para no despertar al cuarto pasajero, le empecé a follar con todas mis ganas, mis huevos chocaban con fuerza en sus nalgas, y él tenía una ...
    ... cara de placer total, mientras le follaba él se masturbaba, y el de la litera de enfrente también. Llegó un momento que no podía más y le dije que me iba a correr, cuando intenté sacarla me agarró y me dijo que quería sentir el calor de mi semen dentro de él, tal cual lo hice, no paré y me corrí dentro, ¡joder que corrida!, él siguió pajeándose, hasta que también se corrió, saltando todo hacia su cara. Cuando ya parecía que todo se había terminado, pero yo aun tenía
    
    mi polla dentro de su culo, se levantó el de la otra litera y sin decir nada metió su polla en mi boca, cuando le vi más cerca me di cuenta qué pedazo de polla tenía, era mucho más grande que la mía, y ya es decir, no paraba de moverse, follándome la boca como una bestia, hasta que de pronto la sacó y se corrió en mi cara, ¡Dios cómo me puso!.
    
    Cuando ya nos habíamos corrido los tres, sin mediar palabra cada uno se fue a su litera, yo estaba hecho un asco, pero no podía lavarme. Me quede dormido rápidamente, y cuando desperté por la mañana estaba completamente pegado a las sabanas. Los tres, mejor dicho los cuatro del compartimento nos despertamos a la vez, muy discretamente nos vestimos todos, y como si no hubiera pasado nada, cada uno tomó su equipaje y salimos del tren como si no nos conociéramos de nada.
    
    La verdad es que fue un viaje estupendo, algo increíble, pero cierto, y dudo que me ocurra otra vez, aunque estoy pensando que desde ahora voy a viajar en litera siempre, por si suena la flauta. 
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