Un chico lindo, demasiado lindo
Fecha: 22/06/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... Pola la imitó y después del tercer chirlo le estrujó la nalga derecha entre sus dedos, que el pobrecito notó duros como garfios.
-Nalgueado y cogido, jejeje. –agregó Ermelinda y sus palabras llevaron la angustia del chico a límites extremos, al punto que movido por ese sentimiento logró zafarse de las viejas y correr hacia su casa, cuya puerta de calle abrió con mano temblorosa. Sus padres ya estaban durmiendo, “gracias a Dios”, se dijo, porque no hubiera sabido cómo explicarles sus lágrimas y su estado de nervios. Una vez en la cama siguió sollozando un largo rato en medio de fantasías terribles hasta que, por fin, después de un largo tiempo, pudo dormirse no sin antes comprender que la señorita Rosa debía verlo de la misma manera morbosa y pervertida que Ermelinda y Pola.
…………….
Al día siguiente creyó que iba a volverse loco cuando sus padres le dieron la noticia de que, en febrero, dentro de muy pocos días, se irían de vacaciones a Córdoba durante todo el mes. Trató de disimular lo mejor posible su terror al saber que iba a quedarse solo e indefenso en manos de don Benito y las viejas, ya que no podía hacer ese viaje porque estaba preparándose para el ingreso a la universidad. Su extrema timidez le venía impidiendo contarles lo que estaba viviendo y tampoco se lo permitió ante el riesgo cierto de ser abusado impunemente por ese grupo de degenerados.
Sus padres trabajaban, ella en una boutique y el papá en una compañía de seguros y sus horarios eran ...
... prácticamente iguales: se iban a las 11 y volvían alrededor de las ocho de la noche. Ese día oyó que el papá, antes de irse a trabajar, le contaba del viaje a la señorita Rosa y sintió como que por un segundo el corazón se le paralizaba al tiempo que el miedo se hacía una pelota en su estómago.
No habían pasado ni diez minutos de la ida del matrimonio a sus trabajos cuando al ir al baño vio a la señorita Rosa y a don Benito conversando en el fondo. Al verlo interrumpieron la charla, lo miraron sonriendo malévolamente y entonces tuvo la certeza de que sus temores no eran infundados: iban a aprovechar la ausencia de sus padres para abusar de él.
Cuando salió del baño la vieja lo interceptó en el pasillo y con más cara de bruja que nunca le dijo:
-Así que te dejan solito, ¿eh, precioso?
Mirando al piso y con la garganta oprimida por la angustia, contestó balbuceando:
-Sí… es que… es que yo no puedo… no puedo viajar porque me estoy preparando para…
-¿Y no tenés miedo de quedarte solito? –interrumpió la vieja.
-No, señorita Rosa… ¿De qué voy a… a tener miedo? –dijo con un hilo de voz mientras sentía que sus piernas habían empezado a temblar.
-No sé, sos tan lindo que alguien podría querer hacerte algo. –dijo la solterona con cinismo.
Ante semejante frase tragó saliva y no pudo articular ni una palabra. Ella se apartó y el chico salió caminando muy ligero hacia el comedor mientras escuchaba las carcajadas de la vieja a sus espaldas.
…………..
Todas las noches, ...