ESTEBAN Y LOS 2 FLAITES. 12 - Relatos Eróticos

ESTEBAN Y LOS 2 FLAITES. 12

Y como ya habíamos convenido, programamos un encuentro con Byron, el nuevo amigo flaite de Esteban y su hermano Brayan, el grande/chico como lo definió por ser menor en edad pero más grande en complexión física. Habiendo confirmado telefónicamente el encuentro, nos dirigimos a la hora acordada a la plaza donde antes nos conocimos. Ahí puntualmente divisamos a Byron y a otro muchacho de verdad de mayor estatura que supuse era su hermano, esperándonos. Bajamos del auto y nos dirigimos a ellos, previos los saludos Byron presenta a su hermano, un muchacho apuesto, relativamente alto, delgado y de ojos claros que resaltaban hermosamente en su cara morena. Vestido como era de esperar con sus pantalones de buzo a medio trasero, polerón y gorra con la visera hacia atrás. Al hablar para saludar no dejo dudas sobre su condición de ¨flaite” (lo que explique en el capítulo anterior Esteban conoce un Flaite). Esteban según lo normal en su amistoso proceder lo saludo afectuosamente, con beso a la mejilla, dando a entender que le agradó. Además que ya anteriormente se complementó muy bien con su hermano mayor así que todo indicaba que tendríamos una deliciosa jornada, esta vez con 5 participantes. Ya siendo simplemente necesario actuar, nos dirigimos al auto para encaminarnos a nuestro centro de sexo grupal, en lo cual prácticamente se había transformado mi hasta hace poco tranquilo y hasta aburrido departamento. Apenas llegamos nos dirigimos a la sala, Andrés fue por algunos refrescos y ...

... Esteban se sentó al medio de ambos chicos. Sutilmente puso sus manos en la pierna de cada uno y tímidamente la movía en una caricia casi imperceptible. Byron con más confianza ya, por los eventos de la vez anterior, se atrevió a pasar un brazo por la espalda de Esteban y también iniciar una suerte de caricias en su pelo y cuello, pasando su lengua produciendo una cosquilla que le produjo una risa bastante contagiosa e incluso bajando por la espalda, lo cual fue bien recibido con un movimiento de cabeza buscando dichas caricias. Pregunté a Brayan por la opinión que Byron había dado sobre nuestro anterior encuentro y dijo que había quedado “prendido” y que apenas le hablo de sumarse lo aceptó de buenas a primeras que es super “caliente” y que de ser por él pasaría “culiando” todo el día. Como explique en el capítulo anterior, muchas de las expresiones que el emitía las debo adecuar a un lenguaje de fácil entendimiento para todos los lectores. Y bueno, que después de ese comentario ya no había más que decir y nos levantamos para irnos al dormitorio, para lo cual nos desnudamos excepto ropa interior ahí mismo para pasar al “templo del placer” como ya decidí llamar a mi dormitorio. Tan pronto ingresamos, Esteban se recostó en medio de la cama, franqueado por los dos hermanos, quienes no perdieron tiempo en empezar a acariciar su cuerpecito lampiño a 4 manos. Ahí observe con más detención a Brayan, quien efectivamente era mucho más desarrollado corporalmente, incluso algo más de ...