1. Malena 2; Primeros Tiempos 2


    Fecha: 11/05/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos

    ... obsesión.
    
    Macarena, la sentía suya, doblegada, entregada, era su hembra al fin, ¡es mía!, la había conquistado con paciencia, había sabido esperar y la espera silenciosa siempre rinde sus frutos.
    
    Mientras, se masturbaba con tesón pero aguantando las ganas, quería irse al mismo tiempo que su muchachita tan divina.
    
    La sintió acosada por los espasmos precursores del orgasmo, apuró lo suyo y logró terminar al unísono. Bebió hasta el último suspiro orgásmico de su joven gata y se tragó hasta la última gota del maravilloso licor que ella expulsaba con sus contracciones, mezcla de flujos y orina.
    
    Cuando retiró su boca de allí, Malena estaba limpia y fresca sin rastros de nada que no fueran sus palpitaciones que abrían y cerraban en un acto reflejo sus lujuriosos labios menores.
    
    Mientras colaboraban mutuamente en el arreglo de sus atavíos, Malena respiraba tomando consciencia de cada inhalación y cada exhalación, para tratar de mantener el auto control pues los leves roces de los dedos de Macarena sobre su cuerpo, mientras la maquillaba, le provocaban ganas.
    
    Se había sentido totalmente poseída por una mujer… como la hacía sentir el amor con Félix.
    
    Despertó de su ensueño, la voz de Macarena la reclamaba de vuelta del mundo de los sueños:
    
    -…eso es todo lo que quiero, todo lo que te pido, ¿te parece mucho pedir? Claro, si alguna vez podemos llegar un poco más lejos te podría enseñar algunas cosas, eso depende de ti, por ahora me conformaría tranquilamente con ...
    ... algo como esto… así…
    
    Mientras le hablaba Macarena deslizaba suavemente la yema de su dedo sobre las puntas de sus pezones que se traslucían a través de la sedosa tela de su vestido, y esa caricia estaba renovando en ella la ansiedad sensual y la hacía sentirse nerviosa, débil y en sus manos.
    
    -¿Dos veces a la semana? Le consultó Macarena sin soltar su presa que se veían a punto de explotar por la caricia a sus pezones, ¿Te parece mucho?
    
    -Está bien, aceptó su víctima que en un gesto voluntarioso se apartó de ella, le sonrió y se la quitó de encima volteándose para buscar la salida de esa trampa.
    
    Macarena le dejó hacer con una sonrisa de superioridad comprobada. De pronto, con un gesto detuvo su movimiento y le tomó imperativamente por el brazo para que volviera a enfrentarla:
    
    -Espera, ¿no quieres pedirme nada?
    
    Malena la enfrentó con los ojos bajos y los fue subiendo a medida que parecía haber llegado a una decisión:
    
    -Solo quiero tu silencio, le dijo con un suspiro y su carita de mosquita muerta, si quieres darme algo más, tú sabes lo que necesito. Le pareció conveniente terminar con una sonrisa de santita y así lo hizo, sacó de su almacén una muy esplendorosa y se la regaló.
    
    -Lo que quieras, mi vida, lo que quieras, le ratificó con una sonrisa arrobada. Ella también tenía facilidad para las representaciones teatrales. La tomó por la mano y la condujo hasta la salida.
    
    El padre de Malena se había marchado y Francisco estaba despachando un pedido, así que ...
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