1. Mili y el abuelo


    Fecha: 20/08/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Milagros es una chica bastante bella, de piel blanca, finos rasgos, ojos marrones y cabellos castaños, de unos 1.68 mts., delgada, siempre hacía deporte, pues por ello la hermosura de su cuerpo esbelto, pequeña cintura, marcadas caderas, redondos senos, bellas piernas con formados muslos y delineadas pantorrillas. Vivía al norte de la capital en un pueblo caluroso y acogedor, por ese entonces tenía 19 años y hace unos meses que estaba de novia con Ronald, un chico del pueblo y de 23 años.
    
    Por esas cosas del destino, Milagros tuvo que viajar a la capital a conseguir empleo, las cosas en su país estaban difíciles y la recesión económica hacia que la mayoría de la gente de pueblo, buscara destinos en la capital, así fue como Milagros, en contra de su voluntad abandona su pueblo, al llegar a la capital solo pudo conseguir trabajar como sirvienta en un barrio tranquilo. Pensó que tal vez en ese empleo podría ahorrar algo y estudiar algo próximamente. Allí se encargaba más que todo a cuidar a los dos niños de una joven pareja.
    
    Al frente de la casa donde Milagros trabajaba vivía Don Emilio, con sus hijos y tres nietos. Don Emilio estaba por los 66 años de edad, era de estatura normal, su cabello estaba totalmente blanco, pero aún sus deseos sexuales estaban latentes, hace mucho que no tenía relaciones, pues enviudo hace como seis años pero nunca perdía oportunidad de mirar un buen culo o puntear alguno cuando iba en el autobús.
    
    Cuando don Emilio vio a Milagros por primera ...
    ... vez, no pudo evitar la erección, la señora de la casa le había asignado un uniforme azul marino, era algo entallado al cuerpo, no era muy corto, le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, pero dejaban apreciar la excelente forma de sus piernas y su quebrado culito. Más fue la emoción de don Emilio cuando la vio entrar en la casa de enfrente, pensaba en que iba tener ese bombón muy cerca y se deleitaría mirando esas bellas curvas que lo pusieron a mil.
    
    Unos días después, don Emilio salió a un cercano parque con sus tres nietos, allí mismo se encontraba Milagros con los dos niños que cuidaba, mientras los niños jugaban correteando por el parque, Milagros permanecía sentada en una banca sin dejar de observar a los niños, al verla don Emilio a Milagros, nuevamente sus ojos se llenaron de vicio al ver las piernas de Milagros cruzadas y con la tela del uniforme algo levantada, Mili observó al viejito pero como era una chica bastante sana en sus pensamientos pensó que se trataba de un indefenso anciano que la miraba cariñosamente.
    
    Allí permaneció don Emilio observando a cierta distancia los bellos muslos de Mili y sus formados pechos, luego de un rato los nietos de don Emilio estaban jugando con los niños que Mili cuidaba, entonces don Emilio pensó en no perder el tiempo y se acercó a ella.
    
    - Buenas tardes linda, puedo sentarme, le dijo. Mili subió la mirada y sonriendo le dijo que si- Si, claro señor, le dijo con su tierna voz y arrimándose a un lado de la banca- ...
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