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Gracias Daddy Yankee
Fecha: 15/06/2017, Categorías: Microrelatos, Autor: ubermensch, Fuente: CuentoRelatos
Como no todo es sexo, Isabel y Nelson salieron a ver una película, para conversar, distender un poco. Caminando por paseo Alameda camino al cine comienza a sonar la música de Daddy Yanke. Al escucharla ambos se miraron, como no lo iban a hacer si quedaron en que dónde escucharan ese artista (no por un gusto especial con ese género, más bien por que suena seguido) debían tener sexo donde sea, parte de un juego que se generó en la cita anterior. Ambos se excitaron casi inmediatamente, mirando a su alrededor tanteando el terreno y ver donde podría ser. Isabel no podía aportar mucho ya que su conocimiento en Santiago no es mucho la verdad, pero Nelson sí y recuerda un lugar perfecto para poder reaiizarlo, los baños del GAM (centro de arte), a lo que dirige la caminata hasta llegar, Nelson va primero al baño para verificar que se pueda, vuelve y le dice ‘te espero en el baño de hombres, no hay nadie…’. A los 2 minutos ya estaban juntos dentro del baño, besando apasionadamente, tocándose, completamente excitados, el calor de ese día conspiró para que ambos tengan ropa especial para la ocasión, Isabel con una faldita y escote que hacía ...
... fácil maniobrar. Nelson deja los senos de Isabel afuera para tocarlas y lamerlas a lo que Isabel agarra el paquete de Nelson por encima de su pantalón corto ya duro y dispuesto para lo que venía. Nelson de la cintura toma a Isabel y la deja contra la pared con el culo empinado, levanta su falda y queda admirando ese culo bello y con un colaless sexy invitando a follarla a lo que luego de correr esa pequeña prenda comienza a penetrarla, la toma de la cintura y comienza a follarla, como animales, jadeando, disfrutando de esa experiencia, escuchar el sonido del golpe de nuestros cuerpos los gemidos hacían mucho más excitante ese momento. Así follando, Nelson tocando desde sus senos hasta estimular el clítoris de Isabel, en ese momento animal y muy sexual se escucha el golpear de la puerta, más que asustarnos nos excitamos aún más follando más fuerte hasta casi acabar simultáneamente, ambos gimiendo sin importar quien esté afuera, acabando muy rico. Luego de acomodar las ropas y remojar un poco para refrescar salen ambos, de la mano, a lo que Nelson le dice a un joven de no más de 18 años ‘disculpa, pero tenía que follar a esta mujer’.
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