MI ESPOSA ME ENGAÑA CON UN NEGRO QUE CONOCIO EN FA
Fecha: 20/08/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: miguel3h3, Fuente: RelatosEróticos
... pantalón y me empecé a masturbar mientras el negro disfrutaba del trasero gordito, suave y joven de mi esposa del cual me enamore.
Le empezó a dar cada vez más duro, que el rebote de sus nalgas contra su cuerpo se oían demasiado como continuas cachetadas, y ella decía, -te siento en mi estómago, no pares, no me la saques-, y él dijo -tengo una idea mejor, él se la saco, y nuevamente pude ver el tamaño de ese monstro, toda esa cosa estaba dentro del cuerpecito de mi esposa, ella al sentir el pene fuera de su cuerpo sintió el dolor y se tiro boca abajo en la cama, después el negro la levanto la volvió a poner en cuatro, y empezó a acercar su pene monstruo cerca del ano de mi mujer, la empezó a estimular con su pene, y ella dijo: -eso es lo que más me excita, me encanta que lo hagamos así, ayer me dejaste bien adolorida-, y le respondió: -¿sí?, pues hoy no vas a poder caminar, porque hoy si te lo voy a meter completo-.
LE ROMPEN EL CULO A MI ESPOSA
El negro se la quiso a meter en el trasero de mi esposa pero no entraba, intentaron así como tres veces pero no podía entrar, después ella dijo –espérame-, se dirigió hacia el ropero y saco un envase pequeño azul, era un lubricante, ella se lo entrego, y se volvió a poner en cuatro sobre la cama, y le dijo -hazme tuya-, el negro abrió el frasco al parecer nuevo y se echó sobre todo el pene, se echó mucho, después le volvió acercar el pene en el trasero de mi mujer y se la empezó a empujar, y después con un fuerte empujón ...
... logro meterle la cabeza de su pene, y mi mujer soltó un gritote de dolor, y se echó sobre la cama, su cabeza sobre la almohada pero con las nalgas paradas, agarrando con sus manos la cobija fuertemente, y casi llorando, quejándose, él le pregunto, -¿te dolió?- Y ella le dijo -si demasiado, voy a llorar-, y el en vez de sacársela y decir si quieres ya no le seguimos, como yo le dije en nuestra primera vez cuando se la metí por detrás, en vez de decir eso el seguía moviéndose muy levemente, acariciando el culo suave de mi mujer, y le dijo, -estas bien apretada, te juro que nunca había sentido así, siento como me ahorcas la pinga.
El le empezó a tocar los senos moviéndose, y ella gritando -¡ay, ay duele, duele demasiado!, y el negro haitiano gritaba, -Si, Si, que rico, que maravilla de culo-, y lo gritaba como loco, y de repente ella dijo, -no me la saques que me va a doler horrible y ya no lo vamos a poder hacer-, y el le dijo -está bien no te la voy a sacar, te la voy a meter hasta adentro-, y se empezó a mover un poco más fuerte, y mi mujer gritando de dolor y placer, porque el negro le pregunto otra vez -¿te duele?- Y ella respondió –Si, pero no me la saques, si me duele pero también me está gustando-, y ella se empezó a acariciar su vagina mientras el negro disfrutaba como loco del trasero gordito y suave de mi esposa, la penetraba con movimientos cada vez más rápidos. Ella dijo –si, si, ¡hazme tuya!- Y de repente el negro se montó sobre ella sin sacársela, ella quedo ...