No sé cómo había sucedido todo. Pasé de estar mirando unos vaqueros en una tienda, y de pronto, no sé muy bien cómo, me vi metida en el probador con Joaquin mi vecino. Debía haber estado presiguiendome y esperando a que me metiera en los probadores para abalanzarse sobre mí, o algo por el estilo, yo no me habia dando cuenta de su presencia Sólo había tenido tiempo de quitarme mis antiguos vaqueros,entro detras mia, sin yo darme cuenta,el sabia desde la fiesta con sus amigos ,que me gustaba más follar que comer y se planto detrás de mi cogiéndome la tetas desde atrás, yo al notar que me cojian lastetas me voltee, y cual fué mi sorpresa que es Joaquin.
-Hola vecino ¿pero qué haces?, no te das cuenta de que esto es una locura?
Joaquin, calla.
Para Joaquinl, no puedo. No ahora, no aquí…
Olvídate de todo un rato, vale?
Quítame las manos de ahí, por favor…
Estaba claro que sabia que estaba siempre mojada, Me abrazaba por detrás, y me sobaba las tetas por debajo de mi camisa de tirantes, aún por encima de mi sujetador. Era Agosto, y en el probador el calor era asfixiante.
Carnen, tienes un culo de muerte… y tus piernas, Dios, son perfectas,como esta difrutando tu cuñado de tí,y yo quiero igual,ya vi lo puta que eres y que te cojen dos pollas ese coño divino que tienes.
No por favor, Joaquin, no tengo tiempo. mi marido me espera dentro de 10 minutos en la cafetería, por favor, no sigas"Pues deja al cabrón que espere y cuando lo veas vas con el coño lleno de ...
... leche.jaja
Para ese entonces, ya tenía su mano izquierda sobre mi tanga, y mi resistencia cada vez era más inútil y más irreal… Dios, me estaba encendiendo como una loca, trataba de pensar, pero no me lo ponía fácil.
dame tu mano Carmen…
No…
Shh… no tengas miedo. Toca, mira que duro me has puesto mi polla
Madre mía Joaquin, déjame… ufff
Así Carmen… sabes cómo sobarle bien la polla a un tío, eh? y comertetas.
Sí, sabes que sí, pero por favor, tienes que irte. Deja que me pruebe estos vaqueros y que me vaya.
De eso nada… me prometiste que me dejarías follarte, serías mi puta, recuerdas?
Uff… para…
Recuerdas sí o no?
Sí, claro que sí.
Pues bien, quiero que seas mi puta. Y lo quiero aquí y ahora.
Mi boca seguía diciendo que parara, pero mi mano seguía masturbándole la polla sobre el pantalón, y yo cada vez me sentía más húmeda. Allí nos podía pillar cualquiera, además, ya estaba tardando mucho allí dentro. Me quedaba aún un mínimo de voluntad cuando Joaquin introdujo su mano dentro del tanga y empezó a jugar con mi clítoris, a bajar y a subir los dedos por mis labios mayores, notando todo mi calor, toda mi humedad, pero sin meter un solo dedo…
has visto lo húmeda que estás,
Eres un cabrón…
Lo sé. Me encanta sentirte así de húmeda. Quieres que te meta los dedos ?
Esto es una locura…
Quieres que te los meta sí o no, puta?
Dios, sí, claro que sí…
Pues pídemelo. Quiero que ahora seas tú la que me lo pidas.
Méteme los dedos ...