La Tia Romina
Fecha: 18/08/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... follada con mayor ímpetu, entrándome centímetro a centímetro el músculo horrible. Metiéndome dos de sus dedos en el coñito que casi no notaba, toda mi sensibilidad centrada en la parte trasera.Entonces escapó con un sonido seco como cuando se descorcha la botella de champán, enterrándose al momento en la vagina que se abrió atormentada. Me cogió por la cintura pegándome a él y pudiendo sentir el torso velludo cubrir mi espalda.- Te deseo Romina… dios todo esto es un sueño.- Sí cariño sí… ámame mi niño, hazme el amor.- Eres preciosa, me vuelves loco –las manos bajándome y subiéndome la piel erizada por tanto deseo mal contenido.Empecé a mover las caderas desesperada, dándome y dándole el gusto que tanto apetecíamos. Suspirando profundamente con el aliento del chico cubriéndome el hombro. Dios, qué maravilloso polvo aquel… ¿alguna vez encontraría un amante como aquel muchacho? Echada la cabeza hacia él, nos miramos para enseguida besarnos apasionadamente. El miembro encabritado hiriéndome la vulva empapada en jugos, la mirada perdida de ojos en blanco por el inaudito suplicio.Todo aquello lo continuamos esta vez en la conocida posición del misionero, tumbada yo boca arriba en el sofá y con el chico martilleándome encima sin compasión. Las piernas abiertas y medio dobladas, el culo algo elevado que me hacía bajar con su constante entrar y salir dejándose caer sin ...
... respiro. La polla hecha fuego, se clavaba lacerándome la hendidura con toda la fuerza del joven macho. Una y otra vez entre mis gimoteos desconsolados, acompañando mis jadeos entrecortados el incesante ir y venir con que me satisfacía.- Sigue mi niño, sigue… me harás correr otra vez – dije con el orgasmo a punto de presentarse nuevamente entre mis piernas, irritadas por tanto folleteo como me daba.Carlos me la sacó de golpe, apareciendo ante mí el miembro soberbio y amoratado por el roce continuo.- ¡No no, no te salgas ahora… Sigue…!Pero sin embargo, le vi masturbarse él mismo entre los dedos hasta acabar eyaculando sobre mi vientre el objeto de su placer. La leche espesa corrió sobre mi vientre, llenándome por encima del pubis y los pelillos que lo cubrían, saltando piel arriba dejándome perdida con dos, tres, cuatro goterones de su semen abundante y blanquecino.Me corrí yo también alcanzando el último de mis orgasmos, entre los grititos que el rápido hurgar de mis dedos sobre el clítoris y abriéndose seguidamente paso entre los labios me hacían exhalar. Sobre la almohada quedé derrengada, desfallecida y muerta bajo el peso del chico al que sentía jadear junto al cuello, un beso ahogado acariciándome el hombro. Abrazados con fuerza y recuperando el resuello con grande dificultad, poco a poco nos vimos envueltos por el universo lejano del sueño reparador.© King Crimson