Mi solitaria madre (4° relato) - Relatos Eróticos

Mi solitaria madre (4° relato)

... comenzó a besarme apasionadamente. Ella por su parte tomo mi miembro erecto y lo acomodo en la entrada de su vagina, sin ninguna oposición entro como agua, resbalando hasta lo más profundo que pude. Madre: mmm mmm (mordiendo mis labios) Con un brazo levante una de sus piernas para poder penetrarla hasta el fondo. Madre: mmm mmmm Yo: te gusta mami Madre: si… mmm… hay mi amor uuy Era tanta mi excitación que me deje llevar, clave con fuerza mi pena hasta el fondo, lo cual hizo que mi madre soltara un fuerte mmmm. Como dije mi madre tiene una forma muy sexy de gemir, eso me invitó a seguir con. Ese ritmo tan intenso ya no te importaba que fuera mi madre le estaba perdiendo el respeto, haciéndole lo que quería, sabía que haciéndolo de su forma duraría muy poco, pero el escuchar la forma en que disfrutaba mi madre me hizo saber que era la mejor forma de hacerlo, así que no pare y acelere el ritmo lo más que pude penetrante a mi madre hasta lo más profundo con fuerza, ella gemía me besaba me abrazaba enterando las uñas en la espalda, no decía nada solo mmm mmmm. El acto no duro mucho a lo mucho unos 5 minutos, cuando estaba a punto de terminar, creo que mi madre se dio cuenta y me empujó para que me saliera y no terminará dentro, apenas justo me vine apenas salí de la húmeda vagina de mi madre, no se cuanto me vine solo siento una sola pero fuerte descarga, como estábamos totalmente a oscuras no podía ver a mi madre, pero quedamos boca arriba agitados y cansados. Después de unos ...

... minutos de silencio. Madre: Hay mi amor (todavía agitada) nunca había sentido tanto placer, se que eres mi hijo y que lo que estamos haciendo esta mal, pero lo disfrute mucho. Yo: Yo sentí lo mismo mamá, te amo y eres la mujer mas hermosa del mundo. Madre: Gracias hijo, pero hay que dormir, mañana tendremos tiempo de platicar y hacer más cosas. Nos acostamos yo abrazándola por detrás totalmente desnudos, ese día dormí como bebé, cuando desperté mi madre no estaba así que me levante y baje a la cocina. Hay estaba mi madre esta vez no llevaba el pijama de osito, vestía una bata trasparente de color negro, así como lencería de encaje del mismo color, cachetero y el brasier le quedaba algo chico se le salían las tetas por los lados y un poco por abajo. La abrase por la espalda dándole un beso en el cuello. Yo: Hola ma, que hermosa y sexy te vez. Madre: Hola mi amor, tranquilo respetamos que soy tu madre, órale siéntate que ya te sirvo de desayunar. Yo: ok mami Terminamos de desayunar sin decir ninguna palabra, estaba algo nervioso por saber de que quería hablar o que pensaba de la noche anterior, retiro los platos de la mesa y dijo: Madre: Ahora si, tenemos que hablar, solo quiero hacerte una pregunta dime ¿Te arrepientes de lo de ayer? Yo: Claro que no, al contrario, me gustó mucho y la verdad me muero por hacerlo otra vez. Madre: Gracias hijo, yo lo pensé mucho y aunque estoy consiente de que lo que hicimos estuvo mal por muchas razones, ya sabes por tu padre principalmente y por ...