El autobús
Fecha: 05/03/2019,
Categorías:
Erotismo y amor
Autor: edgarcast, Fuente: RelatosEróticos
... calcetines, pero rápidamente agarro tu jersey de color azul y te lo saco, casi a la fuerza, quedando de esta manera tus senos al descubierto, no llevas sostén; esto me ha puesto aún más cachondo, grandes y bonitos senos, los más perfectos que nunca he podido llegar a ver, con todo la ansia del mundo cogemos y nos acabamos de desnudar lo más rápido posible. Aquí estoy echado encima tuyo, echado encima del cuerpo más perfecto que nunca me haya podido imaginar.
Recorro todo tu cuerpo lamiéndolo, empezando por tus labios, recreándome un tus grandes pechos y acabando para tastar una de las mejores almejas de mi vida. Separo bien tus piernas, huelo tu vagina y con mi lengua recorro todo tu felpudo, de arriba a abajo, sin parar una y otra vez, vas abriendo más y más tus piernas para que pueda comerte mucho mejor tu coñito. Cada vez tienes más cara de placer, sigo chupándotelo, con tus manos aprietas mi cabeza hacia tu vagina, quieres más y más, tengo todo tu clítoris entero en mi boca, lamo y lamo, sin descansar, penetro tu mojado miembro con dos de mis dedos, no dejo de follarte con ellos mientras sigo chupándolo.
De golpe me coges y me das la vuelta, ahora eres tú la que está en la parte superior, me empiezas a besar, me encanta tus labios carnosos, empiezas a bajar con tu boca, mordiéndome el cuello un par de veces, sigues bajando, me lames durante unos pocos ...
... segundos mi pezón izquierdo, de repente levantas la mirada y con tus ojos repasas mi cintura hasta poner-la en mi pene, bajas la cabeza, empiezas a palpitar mi testículos con tu mano derecha, mientras que con la izquierda tocas mi miembro, estas machacándomela unos segundos, hasta que te levantas y te sientas sobre de ella.
Introduces mi miembro dentro de tu vagina, noto el calor y la humedad de tu chochete, me encanta, nunca antes había follado sin condón, me estoy excitando más y más. Tú sigues con esa postura moviéndote arriba y abajo, yo tengo los ojos fijos en tus maravillosos senos, ufff! madre mía! como botan, pienso yo. Para, para- chillo de golpe, sorprendida paras y te desmontas, – ahora me toca a mí, digo. Cojo y te pongo a cuatro patas, empiezo abriéndote el trasero y lo lamiéndolo con elegancia, a lo que me dices con cara asustada – por detrás no, por favor- no te contesto, tampoco tengo ninguna intención de darte por el trasero, cojo mi enorme polla y la introduzco en tu vagina. Cabalgo durante varios minutos, quince; veinte, no lo sé, hasta el punto de empezarme a correr, no quiero correrme dentro de ti, saco el miembro lo más rápido que puedo y eyaculo encima de tu espalda.
Me echo encima de la cama, ahogado, cansado del largo y intenso tiempo que acabamos de pasar juntos, te miro, tu cara rebosa felicidad.
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