1. Noche en el hotel. Javi, Santi y yo.


    Fecha: 01/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quiero verlo, sabes que sí.
    
    Santi baja su mano por mi cuerpo, y tapándome con el suyo de miradas indiscretas, remanga un poco mi vestido para acariciar mis muslos,
    
    --Ummm, veo que tienes una mujer muy puta, demasiada hembra para tí solo, verdad?. Quiero oir de tu boca que estás deseando ver como me la follo y como la reviento el coño. Vamos, dilo, puto cornudo.
    
    --...vamos, vamos a la habitación
    
    --He dicho que lo digas joder!. De ella no me hace falta porque ya puedo ver como tiene el coño de empapado en estos momentos. Mira, dice, introduciendo uno de sus dedos en mi coño por sorpresa, haciendo que de un respingo y cierre las piernas por instinto. Empuja un poco más su dedo para mantenerlo dentro de mi y lo mueve follándome con el, dentro y fuera muy despacio, su palma de la mano hacia arriba, su dedo como un gancho dentro de mi coño. Tengo que morderme los labios para no gritar, relajo las piernas para sentirlo mientras noto como mis líquidos empiezan a deslizarse por mi coño hacia mis piernas, cierro los ojos al placer que me inunda. En ese momento saca su dedo lleno de mis fluidos y lo lleva a la boca de Javi. Miro intensamente ese momento de ver su dedo, brillante de mis líquidos, acercándose a la boca de Javi. El morbo de la situación es extremo. No puedo decir nada, aunque desearía gritar que abra su boca y lo chupe, pero no me hace falta decirlo...Javi entreabre sus labios...
    
    --Quiero que la folles, que hagas lo que quieras con ella delante de mi, del ...
    ... cornudo de su marido, y según termina la frase chupa el dedo de Santi cerrando los ojos. Un latigazo recorre mi cuerpo en ese momento y noto como un orgasmo violento me estalla dentro, apretando las piernas, cerrando los ojos y mordiéndome los labios para no chillar, abandonándome al placer que me recorre el cuerpo y que hacía muchísimo tiempo que no me pasaba, correrme de esta manera sin apenas haberme tocado, sólamente con la carga elécrtica del momento, de la situación que Santi ha sabido provocar.
    
    --Bien, así me gusta cornudito, como te dice ella, eso te gusta, eh ? . Vámonos, dice, cogiéndome de la cintura, adueñándose de mi y de él al mismo tiempo con sólamente ese gesto. Tu mujer ya tiene que cambiarse su tanga después de la corrida que acaba de tener. ¿porque te has dado cuenta, no?, o ni eso eres capaz de ver?.
    
    Nos dirigimos al ascensor, Santi y yo delante, pegados uno al otro, yo voy como en volandas dejándome llevar, Javi detrás intentando tapar su erección como puede, y Santi dominando la situación. Entramos y la puerta se cierra a nuestras espaldas. Me besa violentamente aplastando mi espalda contra la pared del ascensor y abriendo mi boca con su lengua que la recorre entera. Un tremendo bulto aprieta mi pelvis y solo en ese momento me doy cuenta de lo tremendamente excitado que está, solo en ese momento siento la dureza de esa polla que en breve me va a taladrar. Me aprieto contra ella con todas mis fuerzas, contra su cuerpo, le beso, le muerdo la boca, ...
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