Mi regalo de mes
Fecha: 22/02/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: hotcouple, Fuente: CuentoRelatos
... una corbata que le había regalo de recuerdo, ustedes saben esas cosas de novio de regalarnos cosas del otro para recordarnos, ella me había pedido una corbata pero jamás me imagine que la usaría ese día. Ella fue a su cuarto rápidamente la saco y vendo los ojos, me dijo tranquilo, al estar yo vendando solo sentía su lengua recorrer mi cuerpo, jugaba con mis pezones mientras me masturbaba, llego un momento en que ella me acostó en el sofá, coloco su vagina sobre mi boca, estaba muy mojada podía sentir como se movía sobre mí y como cada vez se humedecía más, yo solo podía oír sus gemidos y sus palabras soeces salir de su boca.
Solo sabía decir —¡ay Hijo de puta! ¡Dale! —le juro que jamás había oído una sola mala palabra de la boca de mi mujer, les digo ella es muy conservadora pero este día estaba como loca. Mientras yo le hacía un oral, yo solo sentía sus manos en mi verga acariciándome. Llegó el momento en que ella me dijo —siéntate —esa orden para mí era sinónimo que empezaría la acción, en ese momento me la chupo, lo pude sentir y me dijo —mi amor muévete. Yo tenía mis ojos vendados, no veía, pero era como si me verga sintiera y viera todo por mí. Ella se subió sobre mí, estaba tan mojada que sentí como me humedecía la entrepierna con su lubricación, ella solo se movía y solo podía escuchar ese sonido característico de dos cuerpos chocando en el sexo, además su voz agitada que decía —dale mi amor dale duro.
En ese momento la agarre por su cintura, empecé a darle más ...
... duro, ahí yo le decía —creo que me vendré estoy muy caliente —ella muy fogosa me dice —calma, no te vengas dentro. Para mí era algo normal evitar llegarme dentro, pero esas palabras tenían otro significado, pero aún no lo comprendería. Ella seguía y seguía dándose contra mi verga hasta que nos quedamos quietos los dos, ella sobre mí, solo podía sentir su cadera moviéndose lentamente, muy lento, cada vez más lento hasta que dejo de moverse y se sacó mi verga. Ahí, deje de oírla solo unos segundos después me dijo —no te destapes los ojos. En ese momento ella me pidió me acostara y una vez más se colocó sobre mí, pero en este momento algo había cambiado, ella había puesto su culo en mi boca me dijo muy suciamente —chúpalo.
Para mí fue extraño, y quería comportarme como un caballero, pero hasta ese momento estaba quedando como un idiota, al no lamerle el culo. Ella insistió, para serle sincero me encanta hacerlo, pero con ella jamás lo había hecho, pero dada la situación y su necesidad empecé a lamerle el culo, darle lengüetazos como si fuera un helado en pleno día de verano. Era increíble podía sentir su culo, su piel, un olor especial era algo parecido a fresas o frutos rojos, en ese momento pensé que ella debió haberse hecho algo pero ¿qué? ¿qué sería ese algo? Sin embargo, no le preste atención y seguía chupando, podía sentir ese sabor característico de un culo limpio mezclado con un sabor−olor a lubricante, pero pensé, esto deben ser ideas mías, pero seguía chupando.
De ...