MI ESPOSA LE PROCACTICÓ SEXO ORAL A UN DESCONOCIDO
Fecha: 19/02/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... enrojecido, de sus sienes canosas corrían gotas de sudor y su rostro estaba desencajado, hasta que con voz temblorosa le pidió que se la “chupara por favor”, reiteró que era limpio y que hace mucho tiempo que nadie se lo hacía, dudé una milésimas de segundo, ella ni siquiera me miró y le dijo suavemente “dámela” abriendo su boca y sacando levemente la lengua. El tipo rústico se acercó pasando su bomberil miembro por la ventana y mi esposa lo recibió con suaves lamidas en la cabeza, mientras él emitía sordos gemidos de placer. La cabeza de ese miembro apenas cabía en la boca de mi esposa, era realmente grande semejante a un huevo y el orificio era también fuera de toda proporción, el cuál parecía que fuera a vomitar semen en cualquier momento. Ahora mi esposa se ayudaba con una mano como si fuera una experta actriz porno y de vez en cuando premiaba mis investidas con húmedos besos. Mi esposa abrió la puerta para facilitar la mamada, a lo que el hombre mayor aprovecho para masajear torpemente la concha penetrada por mí, de vez en cuando yo sentía sus toscos dedos tocar mi resbaloso tronco. Ella en tanto gozaba tremendamente, dado su rostro que expresaba las mil sensaciones que debía sentir, de vez en cuando sacaba el curioso pene del tipo y lo miraba con mucha lujuria como si fuese un trofeo, para luego seguir chupando más fuerte y duro. Nuestro improvisado compañero ya daba claras señales que no resistiría mucho más, sus brazos y piernas estaban tensos y su torvo rostro ...
... expresaba que muy pronto se vendría. En poco segundo comenzó a gemir y a reproducir sucias palabras a mi esposa: puta, chupa, maraca, cómetelo, perra, entre otras que no recuerdo. Me acomodé con mi verga aún dentro de ella para ver el espectáculo que sabía debía venir. El rústico se encorvó y sacó su cabezón miembro de la boca de ella, realizó unas cuantas sacudidas a pocos centímetros de la boca emitiendo sordos gemidos, mientras ella golosamente abrió su boca y puso su lengua en posición de recibir leche. Yo en tanto miraba con nerviosismo la escena, me parecía que el extraño glande había adquirido mayores proporciones y su gran ojete se había abierto aún más, de pronto, al igual que si fuese una jeringa comenzó a emitir violentos borbotones de blanquecina y espesa leche, los que iban a parar en la frente, nariz, boca y lengua, su pelo tampoco se salvó. Los chorros no paraban de salir, mientras que la muy puta le pedía que le diera todo el moco. Había visto en películas exageradas corridas, pero me pareció que esta le ganaba a todas ya que cerca de un minuto estuvo expeliendo semen sobre la cara y boca de mi amada puta, mientras ella como podía trataba de atrapar los chorros con su boca. Cuando la bestia acabó por completo, comencé a darle rápidas embestida a la maraca, sin perder detalle de esa tierna carita, empapada de perlina viscosidad que pesadamente se deslizaba hacia su barbilla. Yo estaba que explotaba de placer, mis bolas estaban nuevamente muy cargadas. Retiré mi pene ...