El Pana de la Moto
Fecha: 21/06/2017,
Categorías:
Gays
Autor: mikepicaro, Fuente: SexoSinTabues
... como los de surfistas, con el casco bajo el brazo y una caja en la otra mano. Esta vez sí lo detallé de arriba abajo. Se le detallaban los pectorales como de quien juega básquet, con la cintura delgada y las cadres escurridas, no tenía vellos en los brazos y muy pocos en las piernas. Angelo: Esto es para tu carro? >>: Si, ahora debo llamar al mecanico Angelo: si quieres te lo montó yo, esto no es gran cosa ¿Qué? No te prende? >>: Se apaga. Angelo: ¿Le echamos bolas? >>: Si va, pasa (abrí el portón) deja la moto allá… ese es mi carro. Angelo: ya lo dijo. Fue rápido, la verdad no duró mucho. Y el carro encendió sin mayores contratiempos. >>: ¿Cuánto te debo? Angelo: Las gracias papa, eso por lo la desaparecida de ayer… pensarías “este choro coño e madre me robó” y no te quito razón >>: no vale… bueno la verdad que un poco lo pensé… ¡chamo, mírate! te ensuciaste todo Angelo: tranquilo, no le pares. Si ya ando como un loco >>: Pero si quieres subes y te presto algo, tampoco vas a andar así todo marrano No piensen mal, en verdad soy un alma caritativa. ¿A quién engaño? A estas alturas quedaba poco margen de acción. Mientras subíamos en el ascensor lo miraba fijamente, mientras el mantenía la mirada en el limbo. Como desentendido de todo. >>: vas a querer algo? Ya desayunaste? Agua? Angelo: yo ya comí, pero si tienes café >>: mmmm te gusta el café? Angelo si, ¿Por qué? >>: no nada, bueno ¿te gusta todo lo amargo que tenga su dulzor? Angelo: ¿las cosas que que…? Qué idioma hablas ...
... pana… no entiendo… es mas aparte del café que más podría ser? >>: El sexo, por ejemplo Se quedó en silencio, mientras yo lo observaba, para ver cuál era su reacción. Noté su pena, entonces me le acerqué… >>: ¿dije algo indebido? No respondió, apenas atinó a verme, pero no era capaz de sostener la mirada. Así que me acerque más. Cuando estaba ya tan cerca que me ve y solo dice Angelo: no… pana no No le hice caso y lo besé. Fue un beso suave y trató de apartarme pero con poco esfuerzo, quitó la cara pero le tomé la quijada sutilmente y lo alcancé a besar suavemente otra vez. Luego intenté retirarme… >>: Voy por tu café… En ese momento me agarró por el brazo, me haló y me besó, pero el de él no fue un beso leve. Fue un beso con furia, un beso con lengua y pasión. Sus aparatos me molestaron un poco, pero no importó. Y si… papito, es decir yo, estaba nuevamente el ruedo. Luego se separó, pero aproveché para quitarle la franelilla y lo agarré por la cadera. Estaba sudado, pero olía rico. Yo estaba excitadísimo. Lo besé por el cuello, la oreja, las mejillas… hasta llegar nuevamente a sus ricos y suaves labios. Angelo: ya… quédate quieto déjalo así… >>: Que… no entiendo… Sencillamente no quise entender, lo agarré por las dos manos y lo llevé al sofá. Lo dejé caer y me abalancé sobre él, allí seguí besándolo… rodamos y caímos en la alfombra. Quedó encima de mí, a esas alturas su short estaba desabrochado y yo tenía las manos debajo de su bóxer. ¡Qué delicias de nalgas! no eran grandes, ...