Secuestrados
Fecha: 28/01/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Crusnik, Fuente: CuentoRelatos
... varios chorros de semen que se mezclan con mis jugos y su anterior corrida. Ahora sí estamos los dos agotados. Ahora sí que no puedo casi ni moverme."
Al pasar los días ya follábamos como una pareja de esposos. Una tarde de domingo llegó a la puerta un correo. Se trataba de un DVD de nuestra follada. A los minutos esto nos puso cachondos y empezamos a follar de forma brutal. No reconocí las palabras que salieron de mi voz:
—Yo ¡Así, golfo, cabrón! ¡Así, cerdo, bastardo! ¡Así, maldito hijo incestuoso! ¡Fóllate, bien follada, a tu madre, cerdo, cerdo! ¿Cuánto, cuánto deseas a tu madre? Dímelo, cabrón, que me inflama, me pone cachonda saberlo, me pierde, cerdito mío, pensar en ello, que mi hijo me desea, desea follarme; follarme a mí, a su madre; a su más que puta madre. Me “pone”, me “pone”; me vuelve loca pensar que deseas follarme maldito hijo mío, maldito hijo de puta, maldito hijo de la puta de tu madre…
—Iván: Sí mamá; te deseo; te deseo más que a nada más que a nadie en este asqueroso mundo. Y con toda mi alma, como nunca he deseado a nadie; a ti mamá; a ti, madre y puta. ¡Puta, puta, puta madre mía!...
—Yo: ¡Sí hijo!, ¡sí! ¡Así; llámame puta, puta, puta! Seré tu puta; tu madre puta. Te haré lo que ni imaginas que pueda hacerse, lo que la puta más puta, la puta más experimentada, sabría nunca hacerte. Te deseo hijo, Iván, maldito hijo mío, te deseo casi más que tú a mí. ¡Fóllame hijo, fóllame! ¡Aggg, aaggg! Así cabrón, así, cerdo. Fuerte; más, más fuerte. Cerdo, cabrón.