La historia de Ángel, solo era un muchacho (17)
Fecha: 21/01/2019,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Aquel día el inspector Gutiérrez no estaba del mejor humor, era viernes y le esperaba un largo y movidito fin de semana para intentar resolver sus problemas familiares, y ahora se le complicaba con un trabajo más, añadido a sus quebraderos de cabeza.
Aun resonaba en sus oídos la exigente y aguda voz de su jefa.
-Quiero que te ocupes personalmente del caso y lo lleves con la mayor discreción que puedas, estamos tratando de personas influyentes y muy importantes, utiliza los medios que necesites y como sea resuélvelo.
-Conforme jefe, lo que tu mandes. -Gutierrez arrugó los labios, enviando un fingido beso al teléfono, ¿qué se había creído esa señora?, sabía perfectamente con quien estaba tratando, ¿o veinte años en el cuerpo no servían para nada?
Colgó el teléfono y marcó el de su ayudante pidiéndole que pasara a su despacho. Entró sin llamar con un fajo de papeles en la mano, elevó la vista para fijarla en la mujer alta y delgada que terminaba de entrar. Lara se conservaba joven, y aún seguía siendo aquella bonita compañera con la que compartió el trabajo de patrullar la calle.
-Se breve y ve a lo importante. -la mujer puso sobre las mesa los papeles que llevaba.
-Aquí tienes el informe, he dejado un par de agentes y tenemos los teléfonos intervenidos, seguramente llamarán pidiendo un rescate.
-Creo que vamos a ir allí y me cuentas de palabra tus impresiones, el informe lo leeré más tarde o a la noche si es que puedo.
Salieron al patio de la comisaría ...
... donde les esperaba un coche sin distintivos que lo distinguiera, solamente una pequeña lamparita azul adherida en el techo indicaba que se trataba de un coche de policía.
La sub inspectora Alvarado se colocó al volante y esperó a salir del patio para comenzar a hablar.
-El típico caso de secuestro, seguro que pronto tendrán una llamada reclamando un rescate, que en este caso no será pequeño.
-Encontraron al chófer maniatado en su vehículo, en las canteras de arena del río. El sujeto dice no recordar a los atacantes, que le golpearon la cabeza cuando recogía al chico en la academia de baile donde acude los jueves.
-Resulta sospechoso que un hombre tan grande como él, que sabe de artes marciales, fue boxeador, pudiera ser dominado como él asegura, portaba su arma en la guantera del coche, y otro detalle que no encaja es que no se la robaran.
-¿Piensas que miente?
-No aseguro nada, pero creo que no está diciendo toda la verdad, no voy más allá por ahora.
-¿Qué has podido averiguar sobre él?
-Hace tiempo que estuvo en prisión, cuando dejó el boxeo y por asuntos de drogas, pequeñas cosas, hasta que lo rescató su actual jefe y avaló que se le pudiera entregar un arma de fuego, ¿argumento que lo pueda justificar?, muy endeble, la simple seguridad para él.
Habían llegado ante el muro de más de dos metros de altura y a la puerta de hierro que daba acceso al recinto, Gutiérrez observó las cámaras de seguridad instaladas estratégicamente en lo alto de la verja ...