1. Encender la llama


    Fecha: 14/01/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Kir, Fuente: CuentoRelatos

    ... llene a besos por su cuello, que se estiraba y estremecía, llegue hasta su pecho y rodee su delicado pezón sin llegar a rozarlo si quiera, exhale mi aliento sobre él que le provocó un gemido que no pudo reprimir.
    
    Solo con ese acto empezó a crecer, quizás buscando el contacto con mis labios, pero aún era temprano para eso.
    
    Pase mis manos por debajo de su pantalón y con un solo gesto deje que cayese al piso.
    
    Seguí mi camino construido a base de besos y caricias con mis labios. Al fin llegue a la tira de sus bragas que se agarraban a su cintura, agarre aquella tira con mis dientes y baje por sus piernas hasta que llegaron al mismo lugar que los pantalones.
    
    Estaba frente aquello que tan celosamente encerraba aquellas bragas negras, di un cálido y largo beso en la parte superior, deje que me notase a través de mi respiración, pase mi lengua por donde su piel dejaba paso a la carne que tanto placer le daría si mi húmeda y cálida lengua la tocase.
    
    La oía reprimir sus gemidos y notaba cómo todo su cuerpo deseaba que hiciese más, que la tocase con mis labios y mi lengua, que le diese tanto placer que se olvidase de todo lo demás.
    
    Pero aún era temprano para eso.
    
    - Bueno, creo que ya estás lista para ducharte.
    
    - Ah... Ton... Tonto... - estaba totalmente sonrojada y respiraba entrecortadamente a causa de la extinción.
    
    Me despegue de ella y le abrí el cristal que daba paso al interior de la ducha, ella entro y me apresure a desvestirme y a seguirla.
    
    Dentro ...
    ... de la ducha, con el agua ya corriendo por su cuerpo me di el lujo de contemplarla detenidamente. Tenía una figura esbelta con unas deliciosas curvas encima de su cintura y en sus muslos, sus pechos no eran muy grandes y eso le daba una silueta aún más sensual, sus labios, bañados por el agua y resplandecientes eran inmensamente apetitosos y siempre deseaba besarlos y sentirlos y sus ojos, preciosos en cualquier momento, ahora me gritaban que me abalanzase sobre ella, que mis manos apretasen sus pechos y mis dedos jugasen con sus pezones, que mi lengua recorra completamente su vagina, los labios, el clítoris y cualquier rincón a la que mi lengua pudiese llegar.
    
    Y estuve tentado, pero a más deseo más placer luego.
    
    - Ahora toca enjabonarse... ¿No? - me acerque a ella mientras calentaba el gel entre mis manos, ella miraba mis manos ensimismada, seguramente imaginando y deseando lo que mis manos harían a continuación.
    
    Empecé a extender el gel por su cuello, luego los hombros y poco a poco la giré, seguí con su espalda asegurando me que pasaba por cada rincón de su piel.
    
    Llegué hasta su culito respingón y no pude evitar agarrarlo fuertemente, ella dio un sobresalto y se dejó caer hasta apoyarse en mí.
    
    Con ella apoyada en mi deslice mis manos por su cintura y subí hasta sus pechos, los masajee suavemente mientras ella gemía cada vez que me aseguraba que sus mojados y brillantes pezones se quedaban limpios.
    
    Bajé mis manos por su costado hasta llegar sus muslos y con ...
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