Abusador de Niñas 3 - Relatos Eróticos

Abusador de Niñas 3

... manias de ella acariciaban las fuertes piernas de el bajando hasta sus pantorrillas y subian de nuevo a la cadera. Ambos estaban totalmente exitados. - ven nena, ahora vas a saber lo que se siente ser una mujer deseada. La acosto sobre el sofa boca arriba y le abrio sus piernitas con lo que se abrieron tambien los labios vaginales. Oh que hermosa eres. Antonio estaba arrodillado frente a ella, escupio una buena cantidad de saliva en la punta de su pene, lo tomo con una de sus manos y lo coloco en la entrada de su virginal cavidad. Y quizas hubiera sido por la droga o la exitacion que tenia no estuvo pensando cuando su cadera hizo un movimiento hacia delante con fuerza haciendo que se les abrieran salvajemente dejandolo pasar de manera estrepitosa - aaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyy. Noooooooooooooooooooo. Sacaaaameeeeeloooooo. Ella sentia demasiado dolor, su entrepierna parecia que se partiria a la mitad, sentia un ardor que solamente se intensifico en el momento que su himen fue traspasado. Sintio un ligero calor y luego un liquido caliente brotar por su panochita que era su sangre. Solamente apreto sus ojos y aguanto lo mas que pudo pensando que todo acabaria tan rapido como lo fue con su hermana. Pero estaba equivocada, muy equivocada. La droga hacia que el momento de eyacular de antonio se triplicara, eso sin contar con que ya lo habia echo una vez. No sabia bien cuanto tardaria en volver a eyacular de nuevo. Su cadera comenzo a moverse hacia delante y hacia atras. ...

... Metiendo y sacando su verga de tan apretada, caliente y suave vagina, tomando sus tobillos con sus manos y abriendola lo mas que podia abrirselas y haciendola suya con toda la intensidad que podia. - aaah si, esto esta mucho mejor, mas rico, mas sabrosa y con carne. Dios que rica estas, que sabrosa. De los 19cm de pene que tenia antonio, solamente 10cm entraban en su interior. Tocaba el final de su utero, apretandola al maximo. Se acosto sobre ella, las piernas de ella se enrroscaron en su cintura. Sus manitas apretaban fuertemente de sus anchos biceps, su carita se apretaba en su pecho, sentia sus lagrimas rodar por su piel, sus sollozos y gemidos se mezclaban con los gemidos de el. Despues de varios minutos que para ella parecieron horas de aquel movimiento que poco a poco le iba pareciendo agradable, el dolor iba cediendo para dar paso a un poco de placer que iba aumentando en su interior. Darianna estaba comenzando a disfrutarlo, ella estaba aprendiendo a gozarlo. Antonio se fijo en que sus quejidos iban transformándose en gemidos, lo que le dio la confianza para dar rienda suelta a su placer, la tomo en sus brazos y la cargo, se sento en el sofa y le pidio que lo cabalgara - si, asi, sube mas, ahora baja, dejate caer. Pon tus manos sobre mi pecho, con tus piernas puedes alzarte y dejarte caer. Eso, si, asi. O que rico. Asi. Hazlo, si si si ooooooooooooh que divinoooo. Su voz iba en aumento, no era un grito pero si era bastante audible, tanto que dayana quien dormia en la cama ...