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Una tarde por un café
Fecha: 09/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... incorporó. Cogió mis pies y los puso sobre sus hombros para de nuevo volver a dejarse caer sobre mi. De nuevo me penetraba muy profundo dejandome sentir toda aquella longitud que me volvia loca y me hacía respirar muy aceleradamente. Cuando se incorporó de nuevo me hizo poner boca abajo girando mis piernas desde los tobillos. Sentí su lengua recorrer mi espalda hasta la nuca. Su polla se detuvo entre mis nalgas. Ladeé mi cabeza mientras su lengua recorría mi cuello "estuve apunto de correrme, quiero que te pongas de rodillas" me susurró mientras se encaminba de nuevo hacia mi espalda. La caricia de su lengua me estremeció. Tuve la sensación que me volvía a lamer sobre mi sexo. Me fuí levantando poco a poco. Lo sentí detrás: acariciando mi ano con la punta de su polla y bajar hasta la entrada de mi vagina. Volvió a penetrarme con fuerza, sus embestidas llegaban a conseguir que sus testículos acariciasen mi clítoris provocandome casi el orgasmo al poco rato de estar asi. Elevé mi tronco mientras sus manos me sujetaban por el vientre. Giré mi cara para encontrar su lengua mientras entre mis jadeos pude decirle que ...
... estaba a punto de terminar. Apoyé mis manos sobre el colchón y una de las suyas me masajeaba el clítoris mientras seguía penetrándome y con la otra acariciaba mi ano. Exploté tensando mi cuerpo cuando la yema de su dedo intentó penetrarme por detrás. Sentí sus embestidas furiosas al tiempo que el orgasmo sacudía todo mi cuerpo y me hacia temblar. Deje caer mi cabeza entre mis brazos. Dejó de moverse dentro de mi mientras oía que se quitaba el preservativo sintiendo, entre sus jadeos, como su semen caía sobre mi espalda y sobre mi ano, mientras su dedo se encargaba de introducirlo superficialmente en su interior. Me acosté en la cama mientras ahora era yo quien le entregaba la toalla para que me limpiase la espalda. Se sentó a mi lado mientras me miraba..."¿ahora que?" le pregunte..."ahora nada" me dijo "no te preocupes por Bea, ella sabe de que iba este café, sólo ha sido eso: un café al que puedes venir siempre que quieras"...mientras me decía esto sono la música de su teléfono móvil. Era Bea que terminaba de trabajar. Con gran naturalidad Juan le dijo que estabamos esperándola en el piso y que si iba a pasarse por aqui.