La madura me la pone dura
Fecha: 08/01/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... también voy con Montse y nada más entrar en la habitación me besa con deseo ansioso, valora mi paquete con mano experta y me ayuda a desnudarme cuando aún no se ha quitado la ropa.
—No ha mentido mi prima, buen pollón tienes
Se desnuda con premura no exenta de estudiada coquetería, enseñándome la bonita lencería de color rojo que lleva puesta durante los pocos segundos que yo tardo en desabrocharle el sostén y en quitarle las mínimas bragas.
Dos tetas grandes que parecen cántaras de barro, altas, juntas —vaya canalillo apretado y profundo— algo caídas hacia abajo, con dos areolas pequeñas y oscuras que circundan pezones gruesos, también oscuros. Le sobran quilos, es evidente, pero los tiene bastante bien repartidos entre el estómago abombado y las amplias redondeadas caderas, que tienen continuidad en unas nalgas espléndidas, grandes, alargadas, todavía duras, con una raja muy ancha que parte en dos esa llamativa luna llena, y hacia el final se abre como en un triángulo glorioso que deja a la vista el ano y el coño. Piernas largas bonitas, muslos gruesos bien formados que parecen proteger un sexo grande, de anchos labios oscuros, depilados por completo. Su piel es muy morena, del color tostado que se coge bronceándose en los aparatos de rayos UVA. Está buena Pilar, una madura apetecible.
—Me gustas, Yago, los tíos que a veces contratamos Montse y yo están muy buenos, los usamos con ganas, pero a ti se te ve más hombre, menos de plástico, más de carne y vello en el ...
... cuerpo, te conocemos, además, con esa polla…
Le debe gustar porque lleva un buen rato mamándomela a conciencia, con alegría, con buen hacer por su parte, excitándose, respirando con fuerza, incluso diciendo cosas en voz baja que no logro entender. Y me pone cachondo, claro.
Follando es un volcán que desde el primer momento toma la iniciativa y busca su placer con prisa sin preocuparse de su pareja: empieza a comerme la boca mientras lleva sus manos a la polla, da la vuelta y se dobla por la cintura apoyándose en el respaldo de un sillón para ofrecerme su bonita zona trasera mientras me urge a penetrar su coño.
Empiezo a bombear tras agarrarme a sus caderas y poco a poco aumento el ritmo, mientras la mujer gime en voz cada vez más alta. En pocos minutos tiene su primer orgasmo, y sin haber recuperado la respiración me pide que no se la saque y siga con elmetisaca, algo que también a mí me hace falta. En un par de minutos siento el segundo orgasmo de la mujer, le saco la polla y, según me pide a gritos, me la meneo casi con desesperación para eyacular sobre ella. Le encanta sentir el semen sobre la piel y extenderlo como si de una crema se tratara, en especial sobre su cara. Desde luego le he echado unos cuantos buenos lechazos.
Charlamos compartiendo una copa y un cigarrillo, suavemente ha estado acariciando mi polla y como da señales de vida inteligente, me doy cuenta que el bonito culo de Pilar me está guiñando un ojo, así que le pido que se dé la vuelta, lo que ...