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La chica del gimnasio
Fecha: 01/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: historiasanonim, Fuente: RelatosEróticos
... baño. Era K. Me subí los pantalones, metí las bragas en uno de los bolsillos y abrí. No me dio tiempo a bajármelos, cuando quise darme cuenta tenía a K lamiéndome la polla desde los huevos hasta la punta del glande. Se recreaba con su lengua en el glande. Me devolvió las bragas y me dijo que podía quedármelas. Ella me miró directamente a los ojos y se introdujo mi polla completamente en la boca, en ese mismo momento comenzaron a salir chorros de leche, uno tras otro. No dejó que se escapara ni una gota. Cuando terminé de correrme, K abrió la boca y me enseñó parte de mi lefa. Pasó la lengua por sus labios y se la tragó. Ese día me fui a casa y no pude parar de darle vueltas a todo lo ocurrido. ¿Desde cuándo sabía ella todo? Y si lo sabía ¿Por qué no había dicho o hecho algo antes? ¿Sería por el novio? Al día siguiente volví al gimnasio, no había podido dormir en toda la noche pensando en lo que pasaría ese día. Entré en la sala de spinning y al rato apareció K. En lugar de subirse a su bicicleta de siempre, se puso en la que estaba a mi lado. Mi polla ya estaba preparada como cada mañana. La pregunta me descolocó completamente. Entonces K me explicó lo que se traía entre manos. A su novio le gustaba mirar mientras se follaban a su novia. Todo era un juego.Lo habían hecho en alguna otra ocasión y ahora querían que fuese yo el que se la follara. K le había contado como me ponía yo cada vez que la veía y a él eso le excitaba más aun. Quería ver esa primera vez en la que podría follarme a su mujer. Me dijo que no había límites. Que podría follarle el culo, atarla, azotarla, cualquier cosa que me apeteciera. Se bajó de la bici y se alejó. Yo seguí pedaleando en la bici sintiéndome el cazador cazado.