Fecha: 09/08/2017,
Categorías:
Primera Vez
Autor: morboso1957, Fuente: CuentoRelatos
Este es mi primer relato y espero que os guste. No voy a decir si es real o imaginario. Lo dejo a vuestra imaginación.
Soy un hombre ya maduro de 59 años. A pesar de mi edad, siempre voy caliente. Me atraen mucho las mujeres maduras y sobre todo me pone mucho la mujer de mi cuñado.
Ella se llama Maite y siempre que nos saludamos al darnos un par de besos procuro darle un pequeño abrazo o apretón al que siempre corresponde. Nunca hemos tenido ocasión de estar solos para poder intentar algo con ella hasta que un día fui a su casa a llevarle unas botellas de vino, que había comprado en un viaje a la Rioja.
Llegué a su casa y estaba sola, ya que mi cuñado se había ido ese fin de semana a cazar. Al entrar en su casa, como siempre, nos dimos un par de besos y aproveché para darle un pequeño abrazo y una caricia en la cara.
Hola Maite, vengo a traeros el vino que os prometí.
¿Está Gonzalo?
No, respondió. Se ha ido a cazar este fin de semana.
Bueno, pues ya que he venido, invítame a un café cuñada.
Se dirigió a la cocina a preparar el café y yo la seguí. Iba vestida con una sudadera ajustada y un pantalón de chándal que marcaba su culo, por el que siempre me había sentido atraído.
Empezó a preparar el café en una cafetera italiana dándome la espalda mientras no dejaba de mirarle el culo.
Me fui acercando por detrás sin parar de hablar preguntándole a cerca de mi cuñado que había estado delicado por una depresión y sobre mi sobrina que estaba estudiando ...
... en Madrid.
Cuando empezó a salir el café, me acerqué un poco más con la excusa de olerlo, por encima de sus hombros y aprovechando el contacto, la abracé por su vientre y dándole un beso en el cuello le dije: Ummm..., que bien huele el café, cuñada, aunque tú hueles aún mejor.
Nos quedamos así parados, sin deshacer el abrazo, mientras oí o me pareció oír un suspiro. Llevo una de sus manos a las mías y cuando pensaba que iba a deshacer el abrazo, se subió un poco la sudadera y puso mis manos en su vientre desnudo. Sentí en ese momento una excitación tremenda que hizo que me empalmara y apretara mi polla contra su culo mientras volvía a besarla en el cuello y entonces si que sentí bien sus suspiros. Subí mis manos buscando sus pechos desnudos que empecé a acariciar mientras giró su cabeza y nuestras bocas se encontraron. Primero fue un beso en los labios suave.
Después empecé a lamer su labio inferior hasta que abriendo su boca sacando su lengua buscó la mía y nos enzarzamos en un juego de caricias linguales hasta que metí mi lengua en su boca buscando su calor.
Llevé una de mis manos hacía la cintura de su pantalón y la fui deslizando acariciando su vientre y su pubis hasta introducirla en el interior de sus bragas buscando su coño que empecé a acariciar con mis dedos, notando de inmediato su humedad que iba a más por momentos.
Seguí apretando mi polla contra su culo que no dejaba de restregar contra mi. Me separé un poco para quitarle su pantalón y seguidamente ...