Vivo en una casa de planta baja, con jardín, mi hermana y su marido vinieron hace tres años, por mi cumpleaños, me regalaron un perro, un dogo argentino, con dos meses, yo no era muy dada a las mascotas jamas tuve pero ellos me decian para proteger la casa cuando yo estuviera trabajando, ademas de una protección para mi, la realidad fue que lo crié como a un hijo, pronto me fui encariñando mas y mas con él, ademas de educándolo, cuando le llegó la hora de la sexualidad, era constante y yo ya me reía por no poderlo controlar, así a ido pasando el tiempo, sin jamas desearlo. Ahora, estos meses atrás, si cogía un cojín o un peluche grande, les daba unas embestidas que me era difícil retirarselo, a la vez, que ante mi aparecía aquella polla rojiza morada, que me hacía mirarla. Mi mente involuntariamente la comparaba con la de mi marido, esta era pequeñisima en comparación a la de mi perro, al menos como la recordaba, claro que para mi esto era antinatural. En mis manos mi perro es lo mas obediente que puede ser un animal, aunque siempre muy inquieto por su falta de sexo, salí del trabajo hace dos viernes, llegué a casa, ese sábado no iba a salir con mis amigas por la tarde, me relajé en casa, tras los efusivos saludos de mi perro, me duché, me puse la bata y bajo ella solo las bragas y el sujetador, toda la casa estaba limpia solo me haría mas tarde la cena, llegó el momento, mi perro en su camita en el salón, salió a la cocina, nervioso, cuando me vio que me quedé alli para la ...
... cena desapareció, cené, volví al salón, allí estaba, dandole a uno de los cojines, empezó el forcejeo, hasta que conseguí arrebatarselo, de nuevo aquel trozo de polla, de nuevo quedé hipnotizada viendo como se "recogía" dentro. Escondí el cojín, para lavarlo al dia siguiente, me senté en el sofá y él se acerco a mi lado, le miraba su polla ya totalmente recogida, no dejaba de mirarla con curiosidad, así sin apenas darme cuenta me encontré sentada como estaba pero acariciando esa parte de su cuerpo, el se quedó quieto rígido, sentí a traves de mi mano como se ponia duro el interior como si dentro hubiera un palo para después, ver como salía, sentia mi cuerpo, caliente, temblando, como no hacía muchos años, mi mano acariciaba su lomo su cabeza, con la otra suavemente su polla, hasta que quedé de rodillas, en el suelo, fui como hipnotizada bajando mi cabeza, miré a centimetros de mi cara su polla la paseé por mi cara, la parte carnosa iba saliendo, me la metí en la boca un sabor amargó, sentía, su calor dentro de mi boca, lo saboreando cada vez con mas deseos, de repente, el perro comenzó a temblar, sentí su liquido estrellarse contra mi garganta, hasta que paró, tenia una enorme polla fuera, aunque sin sacar aún su "bola", me la saqué de la boca, mi mano pasó de su "principio" de la polla a sus testiculos los acaricié, mi perro, se movió después, se retiró un par de metros se estiró y comenzó a lamerse su polla, aún tenia yo el sabor de su líquido. Me enjuague la boca con el ...