La dependienta me quiso chantajear (IX) La boda - Relatos Eróticos

La dependienta me quiso chantajear (IX) La boda

... decirme nada abrió el maletero y cogio un bolso de viaje.

-Maite.-Ángela me acompañas al servicio, no aguanto más y no quisiera mancharme el vestido, ya sabes que a veces estos sitios…

Mentira, la verdad que los servicios de ese hotel siempre están relucientes, pero bueno como excusa me valía, y más si no sospechaba nada Irene, pues yo había procurado que no viera como usaba el móvil en el coche.

También tenia que ser algo rápido, pues tampoco yo deseaba llegar los últimos a la cena, más que nada para evitar las miradas de la gente, y como tampoco la tenia todas conmigo, si no subía en un tiempo prudente, tampoco haríamos nada.

-Nosotros nos vamos a la habitación, ahora si quieres aprovechar tus dos nueras te han dejado sola.

-Irene.-No gracias.

Yo no dije nada más, eche andar con Mó a mi lado y Cristina detrás de mí junto a Manolo, esta ultima no sabia nada, pero como la vi hablando con su marido, pues supuse como así fue de que la estaba poniendo al día. Entramos en el ascensor los cuatro y cuando la puerta se estaba cerrando, oímos la voz de Irene.

-Irene.-Esperad un momento.

Hasta a mi me sorprendió, pues no me había dado tiempo a hablar con Mó y Cristina.

-Irene.-Pero solo mirar.

-Como desees, pero si te animas puedes participar, aquí todos estamos por propia voluntad a que si maricón?

-Manolo.-Si MI AMO

Salimos del ascensor y nos dirigimos a la habitación, que para nuestra sorpresa era una suite, Belén se había portado.

Conforme ...

... entramos y vimos la bonita suite que teníamos, yo no tuve que decir nada, Mó y Cristina se desnudaron quedándose en ropa interior, Mó con una braga y sujetador de color azul, las medias beige, y se quedo con el tocado, y Cristina con una braga y sujetador de color blanco con liguero y las medias negras, pero esta se quito la pamela, y por ultimo en maricon se quedo solo con unas braquitas negras de encaje.

A todo esto Irene ni se había movido de la puerta, aunque en su cara solo asomaba la incredulidad.

-Espero que esto que vas a ver no salga de tus labios, ni perjudique a nadie Irene, nunca he hecho lo que voy a hacer con público, y si te concedo esa posibilidad es porque ambos sabemos que tienes una vena dominante.

-Irene.-Ufff, la verdad es que no esperaba esta rapidez, pero no dudes de mi discreción y de todas formas quien me iba a creer? Jejeje

Esta ultima risa si le salio un poco nerviosa.

-Esta bien, siéntate en aquel sillón, estarás más cómoda.

Sin decir palabra, pero sin poder apartar la vista de Manolo, o mejor dicho de su polla, se sentó.

Yo empecé a desnudarme despacio y dándole mi ropa a Cristina que la iba poniendo en una percha y colgándola en uno de los armarios, mientras las de ellos estaban en el suelo, mientras lo hacia no le quitaba ojo a Irene, y veía como su cara se estaba relajando, como se iba haciendo más dulce, aunque parezca contradictorio era así.

-De rodillas PUTAS, y tu maricón quitate la braga

En ese momento se escucho ...