Los amigos de papá me hicieron su putita
Fecha: 18/12/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: lolitaserv, Fuente: CuentoRelatos
... tan rico y quería correrme pero tenía que aguantar por el futuro de mi padre, pero es que joder qué bien se sentía la mano del señor jugando ahí.
Aguanté muy bien, sin muchas quejas, incluso cuando metió un tercer dedo en el culo mientras dos entraban en mi coño. Tiempo atrás yo lloraba de dolor cuando me lo hacían, pero no sé si era porque yo estaba volada, borracha y muy cachonda, pero tampoco me dolió mucho cuando metió cuatro dedos hasta casi sus nudillos en mi culo. Sacaba y metía, sacaba y metía, su otra mano apretaba mi puntito y lo sacudía.
El señor dejó de darme tan rica pajita, y con sus dedos jugando en mi culo, le escuché hablar por su móvil:
-Hola querida, estoy aquí con mis amigos del trabajo.
-Uffff… señor por favor sea más gentil conmigo mmffff… -murmuré porque su mano era muy brusca follándome el culo.
Uno de los hombres cogió la cámara e hizo zoom apuntando mi cara. Dicha cámara estaba conectada al televisor HD de la sala, y de reojo vi mi carita de vicio, toda enrojecida y repleta de semen, viéndome gesticular del dolor porque los dedos del señor se ensañaban con mi culito.
-¡Jajaja! Deja de ser tan preocupada querida mía, simplemente estamos tomando una cervecita tras ver un buen partido de fútbol.
-Oohhhh diossss… me va a romper en dos pedazos… díganle por favor que afloje el ritmo… uffff…
-Shhhh, silencio putita, no queremos que le descubran a nuestro amigo –me dijo uno de los dos hombres que me sujetaban.
-No soy ninguna ...
... putitaaaa… joderrrr…
-Vale cariño, trataré de no excederme con las bebidas. Te quiero mucho… Sí, adiós.
-¡Mffff… Uffff… Señor por favor, ¡va a romperme el culo! –grité cuando escuché que cortó la llamada.
-Mi señora casi te oye, furcia, te vamos a castigar.
-Noooo… no castigos… perdóooonnn… es que dueleee…
Me volvió a meter mano en el coño, jugando entre mis hinchadísimos labios vaginales, metiendo dedo y tocando mi puntito. Yo ya no disimulaba, me encontraba berreando y babeando del placer. Sabía que tenía que aguantar pero era imposible, para colmo los hombres que me sujetaban, empezaron a magrear mis tetas y a meter dedos en mi boca para que los lamiera.
Y me corrí, mordí el dedo de uno de los señores, que rápidamente lo quitó para que no le lastimara más. Arañé el colchón, vi de reojo en la tele que puse una cara feísima, abriendo mi boquita repleta de semen y gritando como cerdita mientras babeaba de placer. Me sentí tan decepcionada conmigo misma porque no fui capaz de aguantar más de cinco minutos. Los hombres me soltaron, se rieron de mí, viéndome retorcerme de placer en el colchón. Uno de ellos me tomó otra vez del mentón y vertió cerveza en mi boca, como castigo por volver a perder su maldito juego. Se fueron a sus asientos y el señor López, tras servirse de una copa de champagne, me habló:
-Perdiste, Lola, te corriste en tan solo tres minutos… y treinta y dos segundos exactos, sí. Vamos a jugar a otra cosa, ¿vale?
-Tiempo… hip… ¡Tiempo de ...