Elena: una mamá muy caliente
Fecha: 18/12/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: lujosdiros, Fuente: CuentoRelatos
Este es mi primer relato erótico. Espero les guste.
En primer lugar, soy alto, negro, mido 1.90 m; y tengo 28 años. Desde los 4 años, siempre me han llamado la atención las maduritas.
La historia que voy a relatar, sucedió hace dos (2) años. Vivía en la ciudad de Medellín (Colombia), en un apartamento con dos primos. Ese día, teníamos pereza de cocinar, a pesar de que teníamos llena la nevera, no teníamos ánimos de hacer nada, y menos mi primo, que durante toda la mañana y la tarde estuvo encerrado con la novia, teniendo sexo; hasta los gemidos de su novia se escuchaban en mi cuarto. A eso de las 4 de la tarde, le dije q mi primo que tengo una amiga, que es dueña de un restaurante, que prepara unos platillos deliciosos. Le dije que podía llamarla, pedir unas buenas bandejas de comida, y que todo corría por mi cuenta.
Mi primo y su novia, dijeron que no había problema. Mientras que se encerraron de nuevo en su cuarto, me dedique a contactar a mi amiga. Ya llevábamos tiempo conversando por un chat de citas. Hasta ese día, no la conocía en persona, pero aquella tarde – noche, todo fue diferente. La llame al restaurante, le pedi los platillos; y me dijo que en una hora llegaban al apartamento.
Por un momento pensé, que ella enviaría a uno de sus empleados, pero no fue así: ella misma, personalmente, fue hasta el apartamento y los entrego. Elena, una mujer de 52 años, piel trigueña, separada hacia 10 años; con unos ojos verdes como esmeralda, cabello rubio, vestía ...
... un leggins color negro, el cual daba forma a sus caderas y su cintura; una blusa escotada color beige con tirantes, el cual resaltaba ese par de tetas grandes y jugosas, que parecieran que pedían a gritos ser liberadas de esa prisión. A pesar de haber tenido cuatro hijos, todavía tenía un cuerpo envidiable, unas nalgas bien formaditas y duritas, que invitaban a ser agarradas con firmeza mientras uno le daba un beso apasionado con esos labios rojos y carnosos.
Llego al apartamento, le dije al portero que la dejara pasar, pero me dijo que bajara a ayudarle, ya que las bolsas eran muy pesadas. Baje y le ayude con los paquetes, subimos por el ascensor, y mi primo nos abrió. Le presente a mi primo y a la novia de mi primo, luego, dejamos los paquetes en la cocina. Mi primo y la novia de este, tomaron cada uno una bandeja de comida, ya que luz Elena, había traído comida como para dos o tres días. El resto de la comida, lo metí a la nevera, ya que todavía no tenía hambre.
Luz Elena y yo, nos sentamos afuera, cerca del balcón, para conversar un rato, y conocernos a un mas. Yo estaba desesperado, mientras ella me comentaba a cerca de su vida y de su trabajo, no dejaba de mirarle ese par de tetas grandes y jugosas, y sus labios, los cuales quería comérmelos a mordiscos. Mientras conversábamos, la tome de la mano, no dijo nada, seguimos en la conversa, cuando me dije para mis adentros: “esta señora, esta buenísima, voy a arriesgarlo todo y le plantaré un beso bien apasionado”. ...