Vivo en un un departamento alquilado, a dos cuadras de un colegio donde solo estudian mujeres, siempre al salir y volver el trabajo, me encuentro con niñas y adolescentes agrupadas en la entrada de su centro educativo, verlas con esas falditas me enloquecen y si tengo tiempo me quedo contemplandolas dentro del auto ya que mis cristales son oscuras y no me pueden ver por dentro. Tengo 40 años, mis hijas viven con su madre, en otro lado de la ciudad de vez en cuando mis hijas vienen a visitarme y quedarse conmigo unos días, ellas ya son señoritas, tienen de 13 y 16 años respectivamente, cabo resaltar que ya me las he cogido a ambas mientras dormían gracias a una sustancia que utilizo, lo cual me ha hecho pasar buenos momentos con mis preciosas hijas. Un día saliendo del trabajo, intenté ligar con una chica, pero por varios motivos no se dió el caso quedándome con las ganas de coger, ya rumbo a mi casa cerca a las 6 pm, mientras conducia, encontré caminando a una colegiala, en el mismo sentido que yo iba, calculo que tendría sus 14 años, note que tenía lindas piernas, y un buen tracerito para su edad, reduci la velocidad, y empecé a contemplarla, era sabroso verla caminar, tenía el cabello largo, era clarita, de cabello negro, era altita para su edad, tenía una espaldita angosta muy femenina, mientras caminaba se dió cuenta que la estaba siguiendo, y empezó a caminar un poco más rápido, al darme cuenta yo tmb aumente la velocidad un poco más para no perderla, sentía que me la ...
... quería tirar encima y cogermela en plena calle, hasta que no pude más y decidi en cogermela, no importa si fuese a la fuerza, quería que sea mía, y para eso tendria que violarla. La niña avanzó y decidió meterse por un callejon, se notaba que quería perderme, yo con el auto me di la vuelta para alcanzarla por el otro lado, y así fue, acelere lo más que pude y me di la vuelta hasta el otro extremo del callejón, estaba decidido. Ya en el otro lado, aliste un pañuelo con aquella sustancia parecida al cloroformo que hace dormir a cualquiera con el simple hecho de inhalarlo profundamente, aquella misma sustancia que utilizo para dormir a mis deliciosas hijas. Esperé hasta que la chiquilla aparezca, y así fue, cruzó la calle, vio el auto y se notaba su cara de asustada, pero siguio caminando, cruzó la calle y se dirigió a otro pasadizo más angosto y más silencioso, donde solo había paredes, me baje del auto rápidamente antes que se aleje mas, y me acerque a ella con el trapo húmedo en mi mano, y repentinamente sin que ella se de cuenta, le abrace por atrás con fuerza, y le coloque el paño en su nariz haciendo una leve presión, ella pataleo un poco pero yo le hablaba por el oido, mientras ella oponía resistencia. _ shhhhhh, ahhhhh mamacita, tranquila, solo respira, le dije mientras mantenía mi pañuelo en su cara. Repentinamente ella dejó de resistirse y de pataleta, y cayó rendida en mis brazos. La sujete bien para que no se caiga, mire por todos lados y nadie noto de lo sucedido, ...