El diario de Claudia: Memorias de una prostituta travesti
Fecha: 17/12/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos
... perfecta.
Eventualmente decidí que mi trabajo oficial, en la oficina, me quitaba el tiempo (además que la noticia de mi doble vida se había divulgado a tal extremo que varias veces terminé fornicando en el baño de la empresa), así que decidí renunciar. Ya no lo necesitaba. Eso fue hace un año y medio; aunque intenté volver, ya no me sentía a gusto. Ahora soy Claudia, la puta travesti de Cartagena a tiempo completo. Llevo una vida “de murciélago”: duermo todo el día, vivo y trabajo de 6 pm a 6 am. Con el tiempo, mi lista de clientes regulares se ha extendido a más de 50, más aquellos que me buscan en línea o los que me recogen en la calle. Tengo mis calles favoritas, con sus callejones en donde, poniéndome de rodillas he mamado alguna verga dura y gorda. Hay también varios clubes nocturnos y discotecas que frecuento para conseguir carne; disfruto cada momento de mi vida como puta… ¿y quién no?
Con el tiempo, he llegado a “diversificarme” – como por ejemplo atender grupos: eso es de lo mejor! De pronto te ves rodeada de 5-6 (y hasta 10!) machos desnudos, todos masajeando sus vergas durísimas y grandotas… mientras que yo, de manera casi sumisa espero impaciente de rodillas entre ellos; primero siempre empiezo con un masaje oral de sus vergas: mamándolas cada una como si fuesen la única en el mundo, bañándolas en mi saliva densa, dejando que esas cabezas gordas ...
... raspen el interior de mi garganta. En muchos casos estos masajes terminan con baños de semen, ya sea inundando mi garganta o esparciendo esa leche salada sobre mi rostro. Ahora que ya estoy algo bañada en esperma puedo ofrecer mi culito redondo y hambriento a cada uno de mis clientes. De preferencia de gusta que me cojan de a dos: uno en mi boca y el otro en mi garganta, aunque a veces tengo un par metidos atrás mientras mamo otra verga. (Siempre me sentiré orgullosa por aquella vez en la que logré meter 3 vergas en mi orto y dos en mi boca… ¡5 dentro mío!). El sexo en grupo de aloca de verdad…esa riquísima sensación de ser un pedazo de carne con un par de huecos que todos quieren penetrar casi simultáneamente; aprendí a ser una verdadera máquina del sexo – mamando de tal manera que mis amantes de vacíen lo más rápido posible para que pase el siguiente, y el siguiente, y el siguiente…Y luego vienen esos baños de esperma tibia que terminan cubriendo mi cuerpo desnudo, chorreando por toda mi piel, hasta que lo tomo con mi dedos para metérmela a la boca. La leche no se desperdicia. Y al final de la noche, termino poniéndome la ropa sobre todo ese semen y salgo a la calle en dirección a mi casa, con esperma en la cara y brotando desde el interior de mi culo con el orto ahora completamente expandido.
Soy una puta, una puta travesti. Y lo seguiré siendo.
Claudia