LA HIJA DE MI CUÑADO (INOCENCIA PERDIDA) - Relatos Eróticos

LA HIJA DE MI CUÑADO (INOCENCIA PERDIDA)

LA HIJA DE MI CUÑADO (INOCENCIA PERDIDA)

Trabajaba como vendedor en el negocio de mi cuñado, era un local bastande grande con una pequeña bodega en la parte de atrás y en ella un sanitario. Trabajaba de lunes a sabado y los domingos cada 15 dias. Yo tendria 21 años entonces. Mi cuñado tenia una hija de 10 años, para su edad tenia un buen cuerpo, piernas bien contorneadas, nalgas grandes y bien paraditas, un poco alta para su edad y de cara bonita, se veia que seria una hermosa mujer. Algunos dias mi cuñado dejaba a Mariana, su hija de 10 años, en el negocio, pidiendome el favor que la cuidara mientras el salia, algunas veces a cerrar algun negocio, otras veces para irse a beber con sus amigos o a tirarse alguna hembrita. Muchas veces Mariana pasaba todo el dia con migo. Yo pedia almuerzo a domicilio para los dos, complaciendola luego con algun postre o helado. En la tarde, después de cerrar la llevaba a su casa pues yo vivia a media manzana en la casa de una tia de Mariana. Ellos iban a veces en las noches a la casa donde se quedaban a cenar y alli tambien se reunian mas familiares, era como la casa central. Yo jugaba con Mariana y sus primos quienes tenian la misma edad que ella alrededor de los 8 y 10 años pero ella era la mayor. En algunos de los juegos yo corria tras ellos para intentar atraparlos e imponerles alguna penitencia o ellos corrian tras de mi para hacerme cosquillas. Todo era normal, sin morbo, habia bastante confianza entre ellos y yo. Muchas veces ...

... jugabamos en mi habitación, a veces solo Mariana y yo. Le gustaba jugar al profesor, yo le ponia tareas y le explicaba algun tema que habia visto en el cole, incluso asi le reforzaba sus conocimientos; tambien le gustaba dibujar, mientras yo estudiaba tambien. Un dia que todos sus primos junto con ella estaban jugando en una de las habitaciones de la casa y hacian mucho ruido. De un momento a otro todo se calmo y no se escuchaba ni un suspiro. Fui a la habitación para revisar que todo estuviera en orden y ver lo que hacian, mi sorpresa cuando abri un poco la puerta sin que se dieran cuenta. Tres de las primas entre ellas Mariana y las otras dos de 8 y 9 años estaban de pie recargadas en la cama con sus blusas levantadas enseñando sus aun no pronunciados senos y con los pantalones en los tobillos y los calsoncitos a media pierna enseñando su coñito a dos primos que estaban con ellas, el mayor de 10 años y el otro con 6 años, uno de ellos levantando la blusa de una de las niñas para poder ver sus pequeñas teticas. Entre en el cuarto y al verme se pegaron el susto de sus vidas pues los niños salieron despavoridos sin poder decirles nada. Las niñas intentaban subir sus calzones y acomodar su ropa. Cuando pregunte lo que hacian, Mariana me suplico que no le contara a sus papas pues les darian una tunda. Les dije que eso no se hacia y que cuando fueran mas grandes tendrian mucho tiempo para explorar sus cuerpos y conocer sobre el sexo. Les prometi que guardaría el secreto pero que no lo ...