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Capítulo V: 25 horas
Fecha: 14/12/2018, Categorías: Anal Hardcore, Autor: Kraff30, Fuente: xHamster
Acababa de llegar del aeropuerto procedente de Tenerife, donde había ido por trabajo, aún portaba conmigo el maletín con toda la documentación que había traído para la empresa.Era de mad**gada, ya que el vuelo se había retrasado en su escala en Madrid, llegue a mi piso de alquiler sobre las cinco de la mad**gada.Subí las escaleras que me llevaban a la primera planta. Gire la llave en la cerradura y entre dentro de aquel apartamento donde aún se veían las cajas de la mudanza sin desempaquetar, con todas mis cosas en su interior. Algún día tendría que ponerme a colocar todo aquel desorden.Me quede de pie junto a la puerta contemplando el caos que aquellas cajas de mudanza originaban. Deposite el maletín en el suelo y me dispuse a desabrocharme los zapatos cuando hoy un grito seguido de un fuerte golpe que provenía del bar que había debajo y que regentaba mi casero.Volví a coger las llaves de casa que descansaban sobre un plato de barro en el mueble de la entrada e instintivamente comencé a descender nuevamente las escaleras que me llevaban a la calle.Estaba desierta, no circulaban coches. Y todo aparentaba la más absoluta normalidad.Me acerque a la puerta del establecimiento, que se abrió sin ningún impedimento.Dentro en el suelo y rodeado de un charco de sangre, reconocí al propietario del mismo.Estaba inconsciente y con un orificio en su estomago por el que brotaba un reguero de sangre.Me quite la camisa e intente como pude taponar la herida, para evitar que se ...
... desangrara.Saqué el móvil del bolsillo de mi pantalón y llamé a emergencias.No tardaron en aparecer varios coches de policía y una ambulancia que traslado inmediatamente al herido al hospital.Había relatado como siete u ocho veces ya lo sucedido y lo que había visto.Pero cuando me disponía a marcharme a mi casa apareció una mujer de lo más llamativa, que se apeó de un pequeño coche hibrido de color blanco.Tenía el pelo cobrizo y porte atlético. Vestía traje negro y entallado, con camisa blanca sin corbata.Uno de los agentes le señalo con el dedo en mi dirección. Vino con porte decidido y con caminar ligero.- Buenas noches. Podría contarme lo sucedido. – Dijo si ni siquiera darme tiempo a contestar. Su boca era pequeña pero sus ojos eran de un verde intenso, que resaltaban con la blancura de su tez.- Estoy un poco cansado. No puede preguntárselo a alguno de los policías que hay aquí, ya lo he contado unas cuantas veces y tengo ganas de irme a casa.- Yo también tengo ganas de muchas cosas, me lo puede contar ahora aquí o si prefiere puede dar un paseito con mis compañeros a comisaría y contármelo allí.Volví a relatar otra vez todo lo que había visto, oído, o incluso hecho.Después de contestar a otra infinidad de preguntas. Por fin pude irme a mi casa.Subí. Me quite el resto de la ropa que aún me quedaba y que estaba llena de sangre. La deposite dentro de una bolsa y se la entregue a un policía que aguardaba en la puerta de entrada.Cerré la puerta y me metí en la bañera a intentar quitarme el ...