Una belleza Prohibida
Fecha: 12/12/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: gerwdo, Fuente: RelatosEróticos
... se le corrió la remerita, rosa, ajustadita, de un algodón muy suave. Pero no tanto como su piel. Perfecta, blanca, suave y cálida. Yo era una bomba de sexo a punto de explotar. Nunca sentí mi corazón latir así. Ese cuerpito bien formado, de textura muy joven ,pero de madura forma. Pegado a mí. Y yo comenzaba mi odisea acariciando suavemente en círculos a rededor del su ombligo. Sin decir una palabra, giró 90 grados hacía mi, quedando apoyada sobre el lado izquierdo de su cuerpo. Desde un principio me posé de esa manera así que no tuve que moverme para prestar atención a lo que le intrigaba.
- ¿Te puedo hacer una pregunta? -
- ¡La que quieras!. Conteste mientras apoyaba mi mano sobre su cintura.
- ¿Por qué no me quisiste abrazar el otro día? . Lo dijo mirándome fijamente, sin hacer expresiones. Aunque esto me asustó un poco. Claramente vi mi oportunidad. Por lo que le dije sin dejar de mirarla, algo que nunca pensé que funcionaría con nadie.
- ¡Porque me dan ganas de romperte la boquita de un beso corazón!. Inmediatamente, corriendo unos centímetros la cabeza hacia atrás y con un gesto, me hizo saber que me había propasado. Como era de esperarse mi estrategia de winner no prosperó.
Tampoco contestó, solo algunas risitas. Por lo que me le adelanté, y sin darle tiempo a que se percata de lo que le había dicho, aun sin perder las esperanzas, entre sonrisas falsas me excuse:
- Era un broma nada más! No te quería dar el abrazo porque tu hermana es celosa y no le ...
... gusta que me acerque mucho a vos. Y sin saberlo, con esas palabras había metido un golazo. No solo se volvió a acercar a mí, sino que también dijo, nuevamente con esa trompita de niña que me vuelve loco:
- ¿y quién te parece más linda? ¿ella o yo? La cosa se había puesto intensa. Metí la mano en la mórbida competencia entre hermanas. Los celos de no tener lo que su hermana tiene. De verdad no sé si yo le gustaba. No me importaba, cuando hay un cuerpito de ese calibre frente a uno, pocas cosas son las que te interesan. Solo meter mi pedazo en esa conchita recién madura, era el objetivo y el resumen de mi mundo. Pero todavía con algo de precaución contesté:
- Si te contesto no hay vuelta atrás. - Y simplemente la tome de la cintura con mediana fuerza y observe una última vez su expresión para estar seguro. Lo siguiente fue uno de los mejores beso que sentí en toda mi vida. La inocencia se cruzó con la excitación en una mezcla salvaje que concluyó en un solo, gran e interminable beso.
Yo estaba encendido, no paraba de besarla. Ella, la hermana de mi cuñada, comenzaba a arquear la cintura paulatinamente, con un poco de miedo de verse expuesta. Posé una pierna entra las suyas y con mi muslo le rozaba el vientre, llegando hasta más abajo. Luego los suspiros al oído. Me desquiciaron esos goces que se le escapaban su boca. Y cada ves que rozaba mas y mas con la pierna adquirían mayor volumen, su cuerpo tomaba ritmo. Yo me derretía y como un regalo para el libido susurró:
- ...