1. Me lo monto con una ex (Parte 2)


    Fecha: 08/12/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Sevillano, Fuente: CuentoRelatos

    ... firmeza de ese culo, que se sentía perfectamente a través de la falda. Aunque no tardé mucho en meter las manos por debajo y tocarlo directamente, sólo protegida su piel por unas braguitas. Notaba la saliva resbalar por nuestras bocas y eso me hacía desearla todavía más.
    
    En ese momento alguien entró en el baño silbando. Dejé de besar a Paula y me llevé un dedo a la boca diciendo que no hiciera ruido. Ella se tapó con ambas manos la boca. Escuchamos un chorro de meado y luego un grifo. Tras un rato, que pareció eterno, se escuchó la puerta y el silbido se perdió.
    
    - Estamos haciendo una locura. Joder. Nos van a pillar y a montar un escándalo. Paso de estas historias –dijo Paula poniéndose bien la falda y abriendo el cerrojo de la puerta.
    
    Coloqué mi mano sobre la suya, empujando de nuevo el cerrojo a la posición de cerrado. Al hacerlo me apreté mucho a su cuerpo para que pudiera sentir mi polla erecta por el deseo. Y empecé a comerle la oreja al mismo tiempo que le decía “lo deseas, te conozco. Lo deseas”.
    
    La hice girar y la llevé a la pared contraria de la puerta. Allí la aprisioné entre la pared y mi cuerpo. Ella gemía levemente. Metí una mano por debajo de la camiseta hasta sus pechos. Los tenía duros, con unos pezones ya de punta totalmente. Volví a recorrer su cuello con mi lengua, dándole pequeños mordiscos. Ella movía algo el culo, haciendo que los refregones con mi polla empezaran a mojarme la ropa interior.
    
    La giré y le subí la camiseta. Tiré del ...
    ... sujetador hacia arriba haciendo que ambas tetas escaparan de la prenda. Apreté una con una mano y la otra teta me la llevé a la boca. El contacto de mi lengua hizo que Paula gimiera y se estremeciera. Era mía. Estaba, pese a sus reticencias iniciales, dejándose hacer de todo. Le mordí la teta dejándole una marca de mis dientes y ella protestó, pero no dejé que lo hiciera mucho. La hice girar de nuevo y la lleve hasta el inodoro. Puso sus manos contra la cisterna, arqueando la espalda y dejando las piernas separadas. Me desabroché el cinturón, y llevé mis pantalones y ropa interior a mis tobillos. Mi polla erecta, con gotas de líquido preseminal ya goteando esperaba ya allí. Paula me dijo, estando en aquella posición, que prefería comérmela en vez de follar. Mi respuesta fue subirle la falda, y retirarle a un lado las braguitas. Ella no dijo nada más así que yo tenía claro que sí quería follar. Es más, separó las piernas un poco más, lo que me dejaba claro que quería tener mi polla dentro.
    
    Ver entrar mi polla en su cuerpo, sentirla dentro, me subió la temperatura varios grados. Empezar a escuchar sus gemidos rítmicos, empezar a ver como arqueaba su cuerpo...t odavía más. Me quedé ensimismado viendo como mi polla entraba y salía de aquel cuerpo que tanto deseaba. Ella empezó a empujar también, haciendo que las penetraciones fueran profundas y duras. Sus gemidos se intensificaban, así que con una mano le tapé la boca. Sabía que así, dándole duro, sintiendo ese culo contra mi cuerpo, ...