La Soledad de los LLanos (Capitulo 3)
Fecha: 05/12/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos
... conocida como
“4 milpas”<<cuatro milpas tan solo han quedado, de aquel rancho que era mío>>. La primera persona que vio fue a su hermano sirviendo cerveza.
- ¿Qué haces aquí? -pregunta sorprendido el mismo Ramón.
- no, ¿tú qué haces aquí?, ya te he dicho mil veces que no vengas- respondió impulsivamente el hermano mayor.
- sabes que necesitamos dinero, además tú también trabajaste aquí. - contesta Ramón con valor.
- eso era antes... ¿dime cuánto ganas por día? - cuestiona impaciente Luis.
- ¿Qué?... pues como $8 o $10 pesos si bien me va ¿Por qué? - pregunta confundido Ramón.
-toma $15 pesos y rúmbale pa’ la casa, mama está sola con los huercos- exige Luis.
Ramón con tal de no discutir en público, aceptó y se disculpó con Don Melquíades. Enseguida se marchó. Instantes después, el dueño de la Cantina le reclamó con gracia a su antiguo mesero.
- oye mijo, ¿pos que tienes hombre?, sabes bien que tu hermano es un buen muchacho, el viene aquí a trabajar, viene a ganarse un peso pa’ ustedes, no hace nada malo, ni siquiera toma. -
-mire Don Melquíades, yo a usted lo respeto, pero esto es cosa de familia, además a Mama no le gusta que esté aquí, por eso mismo me salí yo- responde con ahínco Luis.
- ta gueno, ta gueno, por cierto... ¿Qué milagro que vienes?, me da gusto verte.- sonríe agradablemente Don Melquiades.
- pos nomas echándome una vuelta- contesta el joven mientras observa alrededor.
-¿qué te sirvo mijo? – pregunta el dueño de la ...
... Cantina.
- una carta[15]- solicita el joven.
Al momento de servirle la bebida, Luis pregunta en voz baja.
- oiga Don Melquíades, ¿no ha llegado El Gato?-
El señor levanta su mirada y extrañado le contesta.
- ¿pa’ que lo quieres?-
- nito[16] hablar con el.- expone el joven mientras Don Melquiades sopesa la magnitud de la
búsqueda.
-Aléjese de ese Pelao mijo, no le conviene andar platicando nada con el-
Transcurrieron dos horas mientras la música continuaba. Acordeón, bajo sexto y contrabajo sonaban por todoLOS EBANOS cuando de pronto llegó el personaje solicitado.El Gato hizo acto de presencia. Era un hombre alto, de complexión gruesa, bigote y barba, vestía camisa a cuadros con sombrero Tejano, pañuelo al cuello y una chamarra de mezclilla. Garza se sentó en el lugar de siempre -el rincón-. Frente a una ventana, algo poco inteligente para una persona que debía muchísimas muertes. Un mesero le llevó una cerveza XX lager cortesía de Luis, sin embargo, el pistolero no vio con buenos ojos esa acción. Los hombres de su calaña siempre tienen ese pedazo de orgullo en el cual ellos necesitan ser y tener todo. De todas formas, no rechazó la bebida. Minutos después, Luis se sentó con el temido matón. Se miraron curiosamente y empezaron a conversar.
-¿Que tengo cara de muerto de hambre o que huerco?- cuestiona el sereno pistolero.
- no pos... nomás quería ser cortes, aparte si trajera hambre, pos se fuera a un restaurante ¿Qué no? -
El Gato sonríe- ¿con que ...