Algo mas, el doble.
Fecha: 03/12/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... quitar el pañuelo del cuello, ambos me miraron sin tapujos al escote. Algo que no me pasó desapercibido, pues esperaba esa reacción desde el momento de ponerme ese jersey, ayudado por un sujetador push up, que me resaltaba aún más el busto.
- Propongo un brindis – dijo David mientras se ponía en pie.
- Por los negocios, y sus celebraciones- dijo mientras levantaba el vaso
Luis y yo hicimos lo mismo. David me cogió de la cintura y mientras juntábamos los vasos me agarro fuerte del culo. Bebimos los tres y David me dio un beso en los labios sin ningún titubeo por mi parte. Nuestras lenguas se juntaron durante unos segundos. Luis se retiró a quitarse la chaqueta y colgarla en el perchero. Mis sospechas eran ciertas, no se iba a ir. Apenas acabamos el beso, dejamos la copa en la mesa, volvió a cogerme de la cintura para volver a besarme, ahora sus manos se perdían bajo mi jersey por mi espalda, mientras su lengua recorría toda mi boca. Luis se mantenía en un segundo plano, mirándonos, en pie con su copa en la mano. Parecía estar esperando alguna señal para acercarse a nosotros. Esa señal pareció ser cuando las manos de David subieron mi jersey y mis manos se elevaron sobre mi cabeza para dejar paso libre a la prenda y dejarme en sujetador ante mi amante y su amigo. Mi sujetador blanco, con una ligera puntilla sobre las copas, hizo las delicias de David, mientras seguía besándome notando sus manos sobre mis jeans. Note también otras manos sobre mis caderas que provenían ...
... de mi espalda. Luis puso sus manos delicadas en mí, subiéndolas por mi cuerpo casi hasta topar con los brazos de David. Gire mi cabeza y lo sonreí
- ¿Y esto? – dije con una entonación que hacía ver perfectamente que no me molestaba
- Esto es un premio a mi cliente. Es que hablé de ti y quería conocerte.- Me dijo David
David con su intensidad habitual, me giro sobre mí, para quedar con sus manos en mi cadera, dándole la espalda, y frente a mí, Luis, que miraba fijamente a los ojos con sus ojos azules, mientras posaba sus manos en mis pechos. David, aprovechó para desabrocharme el sujetador y en los movimientos de las manos de Luis, termino por sacar mis tetas de él. Tiro suavemente de las cazoletas y me lo acabo de quitar. Lo tiro al suelo y sus manos volvieron a tocar mis pechos, con un movimiento circular que me encantaba. Notaba las otras manos, recorrer mi cintura hasta encontrar el botón del pantalón, que con poca dificultad, David soltó. Bajo la cremallera y deslizo la mano hasta mi tanga. Luis había metido mi pezón en su boca y chupaba, lamia y golpeaba con su lengua, haciéndome gemir. No había pensado que sentir tanto estímulo a la vez en mi cuerpo me iba a dejar en ese estado casi de sumisión. Sentía como bajaban mis pantalones hasta los tobillos, apareciendo un minúsculo tanga blanco casi completamente transparente mientras la cara de David se introducía entre mis nalgas para lamerme. Luis seguía lamiendo y manoseando mis tetas mientras me decía lo buena que ...