Algo mas, el doble.
Fecha: 03/12/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Después de varios intentos y varios fiascos con algún encontronazo de por medio con algún chico que no cumplió mis expectativas, estuve unos meses centrada en mi marido y a disfrutar del sexo en casa. Llegó el cole de los niños y con el, las reuniones de padres, madres, y grupos de wasap. En una reunión, terminamos en la cafetería tomando un café, y haciendo un pequeño grupo de algunos padres que terminamos la charla de forma distendida.
Después de esos primeros días, los cafés por la mañana se hacían habituales entre nosotros en un bar junto al cole. Al final cogemos bastante confianza entre varias madres que quedábamos cada día en el lugar y alguno más esporádico. Yo tomo café bastante rápido, pues salgo a correr un rato en esas primeras horas sin los peques y suelo acudir allí, con mallas y ropa de correr, que como toda esa ropa, es bastante llamativa. En esas primeras semanas del curso, mi ropa eran mallas piratas y top ajustado, con una chaqueta cubriéndome, que realmente me quitaba dentro del local. Uno de esos días, coincidí con un papá que no solía venir y con otras dos chicas que éramos de las habituales. David, con su americana azul claro marcando sus hombros anchos, algo mayor que yo según conocí en la primera conversación con él, sus miradas se perdían tras la taza de café en mi escote, ese primer día, casualmente bastante marcado por el top deportivo. Al día siguiente, en el café, allí estaba de nuevo entrando David, para acercarse a nosotras. De nuevo ...
... americana, camisa desabotonada en su primer botón y pantalón vaquero, marcando un bonito trasero que hasta ese día no había visto en plenitud. Sus ojos aún más descarados que el día anterior, volvían a buscar mi pecho, bien marcado pero con menos escote que el día anterior. Yo empecé a tomar interés por esas miradas, saber si eran simple vistazo a mi cuerpo, o como parte de algún juego más provocador conmigo, en busca de alguna respuesta por mi parte. Quedamos para el día siguiente al café, pues la recogida de su hijo, lo hacia su mujer. Una chica algo más joven que él, rubia, marcada de curvas y bastante mona.
Allí estaba yo, el siguiente día. Mi camisa blanca dejaba a la luz el conjunto blanco de encaje que lucía para la ocasión, de forma premeditada, pero que se decidió de forma espontánea en mi dormitorio apenas unos minutos antes: nada de sport. Hoy taconazo. Allí con mi jeans lavado y mi camisa blanca, entre en el bar. Nada más llegar de nuevo su mirada a mi escote, esta vez preparado totalmente para ser observado en su esplendor.
- ¿Hoy no corres?
- No, tengo una cita en el médico
- Vaya, yo que vengo al café solo para verte en mallas, jajaja – me dijo
Yo le sonreí sabiendo que no me había quitado ojo en el ratito que llevábamos juntos y apuramos el café. Nos quedamos los dos solos según iban saliendo las otras mamás.
- Un día voy a elegir yo donde tomamos café
- ¿Donde ¿
- ¿Mañana quieres venir?
- Venga
- Mañana quedamos aquí y vamos en mi ...