Convencela Tú
Fecha: 29/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Desde hace tiempo la rutina empezó a hacer acto de presencia en mi vida sexual y matrimonial, somos una pareja joven que lleva dos años casada, pero mantengo relaciones sexuales con la que hoy, Patricia es mi mujer, desde los 16 años. Yo empecé a fantasear con al idea de que ella se acostara con otro, pero sabia que era una misión complicada pues ella es bastante tradicional para estas cosas.
Un día quedé con mi amigo de la infancia Fran, para ir a comer junto, tengo que decir que el y yo tenemos una gran confianza y complicidad en cuanto se trata de hablar de sexo, aunque los dos somos heterosexuales de adolescentes resolvimos algún calentón pajeándonos mutuamente, pero en cuanto las chicas irrumpieron en nuestras vidas aquellas manualidades pasaron a la historia.
Le conté lo de mi fantasía y riéndose me dijo que el ya había realizado algún intercambio de pareja, cosa que era bastante divertida, se quedó un rato pensativo, golpeando en la mesa con el llavero del coche, me dijo, mira tu mujer siempre me pareció atractiva, de cara es linda pero sobre todo tiene un culo precioso que cualquiera lo quisiera tocar, tú, para cumplir tu fantasía necesitas un tío, pues bien yo soy tu mejor amigo y además soy discreto, por lo que nadie fuera de los tres se va a enterar... (yo de solo pensarlo ya me estaba empalmando) los dos convencidos solo faltaba convencer a Patricia, por supuesto yo no me atrevía a proponérselo, así que fue Fran el que quedó al mondo y dirección de la ...
... batalla que llevaría a mi honesta esposa a ser una alegre y divertida adultera
En plan consistía en que Fran y Patricia intimaran mas, para lo que empecé a invitarle con mas frecuencia a casa, yo ya sabia que patricia pensaba que era un hombre atractivo pues de otra manera todo intento sería inútil. En aquellas largas reuniones solía poner excusas para que se quedaran los dos solos, como decir que se a picado el corcho del vino voy al super a por mas etc. Pasaron los días y comprendí que había bastante química entre los dos, se reían un montón, incluso recogían la mesa juntos a veces.
Una noche como tantas otras que vino a cenar Fran a casa, decidí que ese sería el día de mi bautizo como cornudo, estábamos los tres cenando cuando pusimos el plan de ataque final en marcha, Fran sacó con disimulo su móvil del bolsillo mientras mi mujer se levantó para ir a por un cubierto que faltaba, me dio una llamada perdida al mío –cariño está sonando tu móvil- oí decir a mi mujer desde el pasillo, me levante corriendo y fingí que hablaba con mi jefe, volví a la mesa y les dije que se había anegado la oficina por una inundación y que se los ordenadores y los ficheros de la empresa estaban en peligro, por tanto tenía que irme en seguida y que no podría volver hasta bien entrada la madrugada, Fran se levantó y me dijo bueno yo también me voy, a lo que le repliqué; NO, tu eres nuestro invitado y te quedas a terminar tu cena, seguro que Patricia sabrá ser buena anfitriona, dicho esto salí de la ...