Evoluxionando - Relatos Eróticos

Evoluxionando

... perdiendo autoridad para detener la vorágine, no falta mucho para la total liberación. Los adelantos en materia de longevidad hacen que esta se deba extender también al goce carnal, esta ampliación resulta imposible, al menos por ahora, a la reproducción, que como ya se ha comentado resulta ser una función totalmente secundaria. Pensando en todo ello es que me auto justificó de ser una vieja con calenturas de adolescente. Sigo sin sueño, creo que no me queda más remedio que acceder a mis instintos y masturbarme pensando en mi amor lejano, en sus atributos, tal como si la tuviese aquí conmigo. Mi mente y mi manito harán el resto……. Un nuevo y radiante día, pleno sol de primavera, será el clima que exacerba tanto mi libido, tempranito y ya calentita, es que este percing en la lengüeta me mata al caminar, es sencillamente delicioso, pensar que existían y no los usaba, cuanto placer he desperdiciado. Pasear sin bombachas y corpiño me causa sensaciones nuevas, me siento más liberada y siento las miradas como laceran mis carnes, abrumadoramente. Me siento deseada, es la mejor sensación que puede recibir una mujer. Cierto es que mis tetas lucen caídas, pero mis blusas se encargan de contener de manera que su oscilación no solo gusta a quien las contempla, sino que el roce mantiene mis pezones erguidos como si fuese todavía joven, aumentando mi placer. Sumado todo ello, frente a mis achaques, estos últimos parecen desaparecer. No está en mis planes levantar a nadie, pero si alguien ...

... que me agrade lo desea bienvenido. Me siento en un banco a leer mi novela, ensimismándome en ella, sin notar que un señor con un niño se sientan a mi lado. El chico sale, corre y juega, mientras el señor parecía querer hojear su periódico. Al regresar el chico le dice: papa porque no me llevas a la calesita, estaba a unos 20 metros de nosotros, el Sr. le dice toma, le da dinero, ve tu solo ya eres grandecito, yo te espero aquí. Me mira y me sonríe cuando el chico se va corriendo, estos jóvenes que inquietos son. Por fin lo observo y le contesto, es normal es un niño. Pienso este debe tener la edad de mi hijo, no más de 35, y no está mal, pero que se va a fijar en mi. Al rato se incorpora diciéndome, voy a ver al niño, dejo mis cosas aquí, si les da un vistazo para que no se pierdan, gracias y se va sin que yo le diga nada. Regresa me agradece y comienza a hablarme preguntando si era del barrio, si, vivo allí enfrente y uds. ?, no, he venido pues con mi socio en la esquina vamos a instalar un pequeño restorante, espero contar con su presencia, desde ya su primer cena será mi retribución por haberme cuidado mis cosas. Es mas puede traer a su esposo y a su familia están todos invitados. Muy amable, vivo sola, mi familia está lejos, son mis hijos y mis nietos, ya que esposo no tengo. Lástima, que digo, mejor que venga sola, esa noche la acompaño yo a cenar si me lo permite. Pero me miró bien, soy una anciana, ud. podría ser mi hijo. Si señora no se ofenda, solo deseo la pase bien, ...