Emputecimiento (I): Alfredo
Fecha: 23/11/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: eli{DS}, Fuente: CuentoRelatos
... Como que, a veces, hasta lo fotografían los turistas, je, je, je… Pero lo que es espacio, no sobra.
- Pues no, no dispongo de un lugar más discreto, pero si quiere vamos al extremo de la barra -le contesto algo molesto-. Es lo más privado que hay.
- Bueno, menos... ya sabe -me suelta el muy gilipollas-.
- No se preocupe, no sé lo que querrá decirme -añado como para tranquilizarlo y quitar hierro al asunto-, pero en este rincón se han discutido cosas más importantes, seguro. Olga, ponme lo mismo que al Señor y llévalo todo al final de la barra -a lo que apuntillo serio y firme-, y cuida de que estas no se acerquen. Bueno -digo dirigiéndome al de la gabardina-, ¿Me cuentan o no?
- Si perdone -intenta disculparse sin darse cuenta de que lo que hace es hundirse más en la miseria-, imaginaba esto de otra forma.
- No me diga -respondo jocoso y molesto-, siento que le haya defraudado. Y ¿Cómo lo imaginaba? -le pregunto con guasa-. ¿No me diga que no ha entrado nunca? -y ahí clavo la puntilla-, será el único de la ciudad.
- No, no, no vivo aquí. Vivimos en XXXXX -me ahorro el nombre, ya saben, la discreción es la primera norma del negocio, tan solo decir que se trataba de una ciudad dormitorio a medio camino entre aquí y la gran capital-.
Y a mí qué coño me importa dónde vives gilipollas, no puedo dejar de gritarme internamente. Al grano joder, que esto se va a llenar pronto.
- Pues muy bien -le suelto en tono de a quién le importa un bledo-, pero dígame ...
... que quiere…
- Vera, pensé que sería más fácil -me contesta él claramente avergonzado-. Nosotros somos una pareja.
- Sí, ya lo veo -le interpelo para ver si así le saco del atasco. Será tonto el tío. ¿Qué coño venderán en la empresa donde trabaje?-.
- Quiero decir que somos una pareja de A… AMO y sumisa -me aclara arrastrando las palabras-. ¿Sabe de qué le hablo?
Este gilipollas creerá que porque llevo una chaqueta de pana no he salido del pueblo.
- Pues ¡Sí Señor!, se dé que me habla -no puedo evitar soltarle un tanto molesto por lo evidente de la respuesta-, pero a mí las tendencias sexuales de cada cual...
- Vera, lamento si me cuesta explicarme, pero esto es nuevo para mí y la verdad es que me da algo de apuro -me razona excusándose por su torpeza-. Es que he pensado, en “emputecer” a mi sumisa como parte de su adiestramiento. Llevamos algún tiempo hablándolo y ella está de acuerdo -añade sin tan siquiera mirarla-.
- Lo que haga usted con su pareja es cosa suya -respondo demandando premura-, ¿qué tiene que ver conmigo?
- Pues es que he pensado… he pensado hacerlo aquí -se atreve al fin a soltar de carrerilla-, me parece un sitio discreto, seguro y lo bastante lejos de donde vivimos...
Vaya con el tío, acaba de pasar de gilipollas a cabrón sin enterarse, se va creciendo. Como se nota que se gana la vida con la “muy”.
- Seguro que el local discreto lo es, como no podría ser de otra forma -apostillo con orgullo-, otra cosa y según se mire, la ...