1. La curiosa


    Fecha: 21/11/2018, Categorías: Bisexuales Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    La jaca estaba en un columpio del parque, aunque ya no tenía edad para ello. Su falda se levantaba al subir y bajar el columpio, y yo, sentado en un banco del parque, veía sus bragas blancas. No había duda de que me estaba provocando. Dio un salto para salir del columpio y se cayó de culo. Fui a su lado y le pregunté:
    
    -¿Estás bien?
    
    Su respuesta me dejó de piedra.
    
    -¿Tienes condones?
    
    Le miré para el canalillo de sus grandes tetas y le dije:
    
    -En mi vida usé condones.
    
    -Pues me voy a quedar con las ganas.
    
    -Siempre te podía dar por culo, así no quedarías preñada.
    
    -No es la primera vez que me dan y nunca me corrí.
    
    -Conmigo te correrías. Te lo aseguro.
    
    Se levantó y me dijo:
    
    -Te espero en el bosque del parque.
    
    Se fue, poco después me interné en el bosque. Allí estaba. Ni besos ni farrapos de gaita. Me abrió la bragueta y me la chupó hasta ponerla dura. Después se quitó las bragas, se puso a cuatro patas sobre la hierba, y me dijo:
    
    -Dale.
    
    A mí me encanta el sexo anal. Le metí y saque la lengua del ojete mientras le palpaba las tetas y le apretaba los pezones. Estaba ...
    ... excitada. Le metí el dedo pulgar en el ojete y le follé el culo con él. Se lo quite y volví a meter mi lengua en su culo. Acaricié su clítoris y le metí dos dedos en el coño mojado. Le puse el capullo en la entrada del ojete y sentí como le andaba para dentro y para fuera. Era como si me pidiera que se la clavase. Le metí la puntita del capullo y se la saqué... Se la metí un poquito más y se la volví a sacar. Le metí la punta de la lengua. Sus contracciones al cerrase, me la sacaban... Ya cuando le vuelvo a meter el capullo, ella me coge las nalgas y empujando con su culo hacia atrás, con mocha suavidad, la mete hasta el fondo. Ahora es ella la que me folla con el culo, más y más, y más rápido. Siento como mi mano se llena de flujo. La jaca se corre. Sus gemidos son callados. No se sabe quién puede andar por el bosque, y yo, yo le lleno el culo de leche.
    
    Al acabar, subiendo las bragas, me dice:
    
    -Tú y tus juegos, No me coges en otra. ¡Qué tenemos más de sesenta años, Kiko!
    
    -¿Disfrutaste?
    
    -¡¡Cómo nunca!!
    
    -¡Pues que se joda la moralidad!
    
    Se agradecen los comentarios buenos y malos. 
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