Para la próxima vez
Fecha: 20/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
En uno de esos días en los que se tiene que cumplir con obligaciones tediosas, hay veces como en mi caso se tienen oportunidades que no se pueden dejar pasar.
Mi esposa había salido de viaje y mi cuñada tuvo que viajar a mi ciudad por motivos de fuerza mayor. Ella es una mujer muy bonita y lo que más resalta de ella son sus grandes senos yo la respetaba mucho y por encargo de mi esposa la fui a recibirla y la llevé a nuestra casa para que pudiera descansar y estar en confianza.
Llegamos a mi casa y llamé a mi esposa para comunicarle que su hermana había llegado bien y que se iba a quedar a dormir en la casa porque no pudo terminar los trámites que vino a realizar. Ella se quedó muy tranquila.
Mi cuñada llegó y se dio un baño, mi casa no es muy grande así que tuve que verla por ahí en bata, era increíble ver ese cuerpo voluptuoso cruzar por ahí, era el pecado en su más grande expresión. Yo solo fui a la refrigeradora saqué una cerveza y traté de pensar en otras cosas. Luego ella salió puesta un pantaloncillo de mi esposa y una blusa muy escotada, yo solamente fingía que veía la televisión.
Apenas llegó apago la televisión y nos pusimos a conversar, yo no podía disimular el gusto y ella simplemente me ignoraba. Fui por otra cerveza y ella me dijo que por que no se la había ofrecido a ella también, me disculpe y le di la mía sin pensarlo, solo la tomó y yo corrí a buscar otra y a tranquilizarme.
Luego de unas pocas más, conversábamos tranquilamente y no se ...
... porque salió el tema, me dijo si era feliz con su hermana en todos los sentidos, yo solamente le dije la verdad, mi esposa era por demás la mujer que había buscado. Ella solo sonrió y me dijo que si podíamos olvidarnos de ella esa noche, yo solo acepté no se porque pero lo hice.
Ella se acercaba cada vez más y yo sin darme cuenta tenía mi mano sobre su pierna, solo reíamos y ella comenzó a acariciarme, yo no sabía como ser menos disimulado y quería avanzar más, entonces ella me dijo que sentía un poco de calor y que si me molestaba que se quitara la blusa, yo le conteste si no me molestaba si yo también hacia lo mismo, ella solo sonrió y se la sacó despacio y después se acercó y me saco la camisa. Yo no podía más le dije que si lo de esa noche quedaría entre los dos y no saldría de ahí. Ella aclaró que eso pasaría si la noche era muy buena y sonrió.
Yo solo me abalance sobre sus labios ella me respondió con furia, mis manos no daban abasto para tanta maravilla, ella solo se movía y frotaba su cuerpo. En un movimiento por demás brusco le saque los pantaloncillos, no tenía nada debajo yo besé esa maravillosa vulva como si mi vida dependiera de ello, la acariciaba con mis dedos y entonces ella me pidió que se los metiera, yo estaba como loco y ella empezó a mojarlo todo, jamás pensé que eso me gustaría tanto.
Se levanto y me saco la ropa, sin previo aviso se metió mi verga en la boca, yo solo lo disfrutaba. Se paro después de saciarse y se puso en cuatro yo la bombeaba y ...