Mi primera experiencia fetichista
Fecha: 11/11/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: karlos7772, Fuente: CuentoRelatos
... un costado de la cama un perchero en donde colgaba su ropa de dormir, era un conjunto de una blusa de tirantes con detalles de encaje en el escote, de color blanco con puntos negros, ahí mismo colgaba un pequeño bóxer con el mismo diseño y color, para ese momento ya no podía más, necesitaba masturbarme, así que tome la blusa y pude sentir el aroma de su piel o tal vez eran los rastros de su perfume o del olor de su cabello pero era extremadamente delicioso, para ese momento solo me imaginaba a mi entre sus piernas, oliendo, lamiendo y penetrando su vagina con mi lengua hasta que terminara en mi boca y la llenara con todos sus exquisitos jugos, mi pene estaba totalmente lubricado y a punto de estallar, sabía que apenas lo sacara del pantalón eyacularía a chorros, así que sin pensarlo corrí al baño de la recamara y al entrar vino lo mejor.
Colgada en el toallero estaba una tanga, eran tan solo unas delgadas tiras que se unían en la parte de atrás, dos de ellas iban a las caderas y la otra que seguramente se perdía entre lo más profundo de sus nalgas, por ...
... enfrente un pequeño triangulo que cubría su pelvis y por supuesto sus labios vaginales, yo comencé a temblar de la excitación y sabía que sería lo más cercano que estaría de su vagina, algo de su olor y su sabor aun estarían en esas ligeras líneas blancas que pintaban el puente de esa pequeña tela, así que sin pensarlo la lleve a mi nariz y casi entre en transe al absorber aquel delicioso aroma, una mezcla entre un ligero olor a sudor y el sexo de aquella hermosa mujer madura, no quería apartarla de mi cara, quería llevarla a mi casa y disfrutar de sus aromas más íntimos todos los días, lamí el puente como un enfermo, solo quería tener sus jugos en mi boca y justo en ese momento eyacule como nunca, cuando reaccione recupere el juicio y sabía que ya había pasado un buen rato, el miedo porque me descubrieran regreso y coloque la tanga en el mismo lugar que la encontré y salí de ahí.
Cabe mencionar que nunca volví a regresar a aquella casa, ya que no frecuente a aquel amigo, pero mi primera vez con la tanga de esa preciosa mujer fue el detonante de todo.