Mi cambio de sexo y el apoyo de mi esposa - Relatos Eróticos

Mi cambio de sexo y el apoyo de mi esposa

... salir en busca de un lugar más tranquilo y discreto, le dije que si, salimos y me llevó a su auto, nos subimos en la parte trasera y empezó a besarme con más lujuria mientras que al mismo tiempo me desvestia, me bajó el brazier para empezar a mamar mis chichis, era una sensación enloquesedora, yo también lo desvesti logrando sacar de su pantalón una hermosa verga de buen tamaño y algo gruesa, pero si muy dura por la erección y excitación que yo le había provocado, me quitó toda mi ropa hasta mis calzones salieron volando, acercó su rostro a mi panocha y comenzó a lenguetearme, me estaba volviendo loca, luego acercó su verga a mi cara y comencé a darle una tremenda mamada, estuve disfrutando de su hermosa verga por unos instantes, hasta que me recostó en el asiento y separó mis piernas todo lo que más se pudo, me puso su verga palpitante en la entrada de mi panocha bien lubricada, empujó en poco logrando meter su cabeza, ahí logré tener mi primer orgasmo en mi vida como mujer, empujó de nuevo y más fuerte, logrando meterme toda su verga, era grandioso sentir su pene en mi interior, estaba gozando cada centímetro de ésa verga que lograba entrar en mí, inició a sacar ...

... y meter su verga primero lento y después aceleró sus movimientos haciendo que empezara a gemir y gritar de placer pidiéndole más y más sin que parara en ningún momento. De pronto sus embates fueron más violentos, lograba escuchar el sonido del choque de sus huevos con mis nalgas, hasta que de repente sentí en mi interior su eyaculación llenándome con chorros de leche caliente y espesa. Ésa era la primer cogida que me daba un hombre, en ella le entregué mi virginidad y con ella, me convertía en toda una muer, logré tener cuatro deliciosos orgasmos. Luego de exprimirle hasta la última gota de su leche, sacó su verga ya flacida, luego que se repuso, nos vestimos y nos despedimos, me dió su número para que lo llamara ya que deseaba otro encuentro conmigo. Me toqué mi panocha y pude notar que me la había dejado el hoyo muy grande escurriendo leche espesa. Me puse mi ropa y nos despedimos con un tremendo beso, tomé un taxi y me fui a mi casa donde me esperaba mi esposa impaciente por escuchar mi historia de cómo había sido mi primera experiencia con un hombre y la sensación de haber perdido mi virginidad y lo mejor fue haber sentido una verga en el interior de mi panocha.